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Se ha desatado FOMO institucional y corporativo por bitcoin.
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En cambio, entre inversionistas individuales, no se percibe urgencia por "bitcoinizarse".
La imagen que se tiene de bitcoin está cambiando a un ritmo acelerado, tal como CriptoNoticias viene dejando registro en sus publicaciones.
Años atrás, el mundo inversor «serio» huía de la moneda digital creada por Satoshi Nakamoto. Ahora, en cambio, hasta gigantes como JP Morgan anuncian que permitirán comprar bitcoin a sus clientes (así lo informó ayer el CEO de la compañía, Jamie Dimon, aunque aclaró que no ofrecerán servicio de custodia).
Además, muchas corporaciones están integrando bitcoin (BTC) como activo de tesorería, no solo para protegerse de las turbulencias financieras globales, sino para redefinir el éxito en un mundo digital.
Mientras los mercados tradicionales enfrentan incertidumbre, estas empresas buscan blindar su capital con BTC, atrayendo a inversionistas y liderando la transición hacia un sistema financiero descentralizado.
Sin embargo, el panorama muestra contrastes: las instituciones actúan con decisión, mientras que los inversionistas individuales parecen menos convencidos de sumarse a esta tendencia.
El auge institucional de bitcoin
Una fiebre de adopción está transformando el mercado de bitcoin. Empresas de diversos sectores están acumulando BTC como parte de sus estrategias financieras, impulsadas por lo que parece ser un temor a quedarse fuera de una oportunidad histórica.
Este fenómeno, conocido como FOMO («miedo a quedarse fuera», por sus siglas en inglés), impulsa compras institucionales que consolidan a bitcoin como un activo estratégico en tiempos de inestabilidad.
Por ejemplo, Vinanz, una empresa británica enfocada en la minería de bitcoin, anunció la adquisición de 16,9 BTC. En un comunicado, la compañía afirmó que aumentar su cartera de bitcoin es fundamental para sus valores empresariales y planea seguir añadiendo BTC a su balance. Este movimiento refleja una visión clara: para Vinanz, bitcoin es un pilar central de su estrategia.
De manera similar, DDC Enterprise, una compañía de comercio electrónico con sede en China, reveló planes para acumular 5.000 BTC en los próximos 36 meses como activo de reserva estratégico. “Las propiedades únicas de bitcoin como reserva de valor y cobertura contra la incertidumbre macroeconómica se alinean perfectamente con nuestra visión de diversificar las reservas y mejorar la rentabilidad para los accionistas”, señaló la empresa en un comunicado.
Esta decisión destaca cómo las corporaciones ven a bitcoin como una herramienta para fortalecer sus finanzas a largo plazo.
Asimismo, DigiAsia, una fintech que cotiza en bolsa, informó que ha destinado hasta el 50% de sus ganancias netas a la adquisición de bitcoin y explora una recaudación de capital de hasta 100 millones de dólares para este propósito.
Estas acciones refuerzan la percepción de bitcoin como un activo clave en un contexto de volatilidad económica, generado principalmente por la guerra arancelaria de Estados Unidos.
Líderes en la carrera por el bitcoin
Algunas empresas han llevado su apuesta por bitcoin a otro nivel. Strategy, la compañía de software de inteligencia empresarial dirigida por Michael Saylor, es el mayor tenedor corporativo de BTC entre las empresas de cotización pública.
Recientemente, en su última compra Strategy obtuvo 7.390 BTC por 764,9 millones de dólares, elevando su tenencia a 576.230 BTC.
Según reportó Saylor, en los primeros 49 días del segundo trimestre del año, la empresa generó un rendimiento del 4,8% en sus tenencias de bitcoin, lo que equivale a una ganancia de 2.700 millones de dólares. “Actualmente, poseemos 60.700 millones de dólares en BTC y hemos generado 7.700 millones en ganancias en lo que va del año”, comentó el empresario, consolidando su posición como un referente en la adopción corporativa de la moneda digital.
La japonesa Metaplanet sigue un camino similar. Desde 2024, ha acumulado 7.800 BTC, incluyendo 1.004 BTC adquiridos por 104,3 millones de dólares, como lo reportó ayer.
En los últimos 30 días, la empresa añadió 3.275 BTC, lo que la sitúa entre los 11 principales inversionistas corporativos de bitcoin, de acuerdo a Bitcoin Treasuries. Estas compras demuestran una estrategia enfocada en aprovechar la escasez de bitcoin para fortalecer su posición financiera.
La apuesta por los ETF de bitcoin
No todas las instituciones optan por adquirir bitcoin directamente. Algunas prefieren invertir a través de fondos cotizados (ETF) basados en la moneda digital.
Mubadala, el fondo soberano de inversión de Abu Dabi, reportó una participación de 408,5 millones de dólares en el iShares Bitcoin Trust (IBIT), gestionado por BlackRock, según su informe 13F.
Este documento, presentado trimestralmente ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), detalla las inversiones de los gestores de fondos en activos públicos.
Avenir Group, una firma de inversión con sede en Hong Kong, informó en su 13F que posee 14,7 millones de acciones de IBIT, valoradas en 691 millones de dólares, y 58.000 acciones del Fidelity Wise Origin Bitcoin Fund (FBTC), equivalentes a 4 millones de dólares.
Estos movimientos muestran cómo los ETF de bitcoin se han convertido en una vía accesible para instituciones que buscan exposición al activo sin gestionarlo directamente.
El iShares Bitcoin Trust (IBIT), el mayor ETF de bitcoin del mundo, incrementó sus tenencias de 575.810 BTC a 633.212 BTC en el último mes, esto representa un aumento del 10%. Este crecimiento refleja el interés institucional en productos financieros que ofrecen liquidez y facilidad de acceso.
Flujos de capital en auge
Más datos confirman esta tendencia alcista. Según CoinShares, los productos de inversión en activos digitales (no solo bitcoin) registraron la semana pasada su quinta semana consecutiva de entradas, con un total de 785 millones de dólares.
En lo que va de 2025, las entradas acumuladas alcanzan los 7.500 millones de dólares, superando el máximo anterior de 7.200 millones registrado en febrero. Este flujo de capital compensa las salidas de casi 7.000 millones de dólares registradas durante la corrección de precios entre febrero y marzo.
Los productos basados en bitcoin, en particular, atrajeron 557 millones de dólares en entradas la semana pasada, aunque esta cifra muestra una ligera disminución debido a las señales de presión de la Reserva Federal de Estados Unidos, dice CoinShares.
Una institucionalización del mercado
Mientras las instituciones acumulan bitcoin con una perspectiva a largo plazo, los inversionistas individuales adoptan un enfoque diferente. Muchos hodlers de corto plazo (aquellos que mantienen sus monedas por menos de 155 días), están tomando ganancias tras las recientes subidas de precios, como lo reportó CriptoNoticias.
Esta tendencia ha reducido los saldos de los inversionistas individuales, en contraste con la acumulación estratégica de las corporaciones. Como resultado, el mercado está presenciando una creciente institucionalización de bitcoin, donde los grandes actores financieros ganan protagonismo.
Esta divergencia refleja estrategias opuestas. Las empresas ven a bitcoin como una protección contra la inflación y la incertidumbre económica, mientras que muchos individuos prefieren capitalizar las ganancias a corto plazo.
Por qué bitcoin seduce a las instituciones
La percepción de bitcoin como “oro digital” explica gran parte de su atractivo. Al igual que el metal precioso, bitcoin ofrece descentralización y resistencia a la censura, lo que lo protege de las políticas monetarias de bancos centrales o la emisión desmedida de dinero fíat.
Además, su suministro está limitado a 21 millones de unidades, y su emisión se reduce cada cuatro años en un evento conocido como halving. El último halving, ocurrido en abril de 2024, disminuyó la recompensa por minar nuevos bloques, reforzando la escasez del activo y apoyando su valor a mediano y largo plazo.
Esta escasez inherente, combinada con el creciente ingreso de capital institucional, genera un impulso alcista en la cotización de bitcoin. Las empresas están comprando con la convicción de que el activo no solo preservará su valor, sino que también atraerá a una nueva ola de inversionistas dispuestos a sumarse a esta transición financiera.
La adopción corporativa de bitcoin está marcando un antes y un después en el sistema financiero. Sin embargo, la falta de urgencia entre los inversionistas individuales sugiere que se está evolucionando cada vez más hacia un mercado dominado por grandes actores.
Por ahora, una cosa es evidente: mientras algunos dudan, los gigantes están comprando bitcoin con una determinación que parece gritar: “¡Compremos antes de que sea tarde!”.