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“La estructura aún no está completa”, advierte el especialista.
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Para Battaglia, “no es el alivio, sino el silencio antes del rugido”.
El mercado de bitcoin (BTC) registró en los últimos días un repunte técnico que traders interpretan como un «efecto rebote» tras semanas de presión bajista. Sin embargo, para el analista financiero venezolano David Battaglia, este movimiento todavía no define un cambio de tendencia.
«La liquidez empieza a filtrarse. El mercado huele el alivio», afirmó, aunque advirtió inmediatamente que «la estructura alcista aún no está completa». Según su visión, el escenario actual no debe confundirse con una recuperación sostenida, debido a que «este no es el alivio, es el silencio antes del rugido».
«Hay que tener cierto cuidado», dijo, recordando que ha habido un «entorno de altísima negatividad y corrección» en los días recientes, con grandes niveles de liquidación en las «manos de lechuga», es decir, los inversionistas más débiles.
«De momento, considero que el mercado va a estabilizarse de cara a diciembre», expresó. Y señaló que BTC está en un «descuento» que debería ser aprovechado por todos los inversionistas.
Efectivamente, el precio de bitcoin ha caído más de 30% desde sus máximos de 126.200 dólares, borrando la marca de los USD 100.000 desde hace un par de semanas y regresando a la región de los USD 80.000, de donde no ha salido hasta ahora. Así se aprecia en el siguiente gráfico:
La fragilidad en bitcoin y un posible efecto rebote
Los comentarios de Battaglia llegan en un contexto donde los indicadores técnicos y de derivados siguen reflejando fragilidad en el mercado de bitcoin.
De acuerdo con datos de la firma de análisis Glassnode, el descenso de la semana pasada, que llevó a BTC a la región de los USD 80.000, profundizó la fase correctiva y llevó a la moneda «más adentro de una zona donde históricamente la demanda tiende a fortalecerse».
Glassnode señala que, aunque la tendencia predominante continúa siendo bajista, la reciente defensa del rango medio de los 80.000 dólares apunta a una posible estabilización (e incluso un «efecto rebote» de bitcoin) si la presión vendedora continúa moderándose.
Los indicadores de impulso también ofrecen señales mixtas. El indicador de fuerza relativa (RSI) de 14 días se mantuvo en zona de sobreventa antes de comenzar a girar al alza, un patrón que sugiere «presión sostenida pero signos emergentes de agotamiento».
En derivados, Glassnode destaca que los valores acumulados (CVD) de futuros y perpetuos siguen profundamente negativos. Esto, mientras que el interés abierto estable indica que la caída procede en mayor medida de liquidaciones y cierres de posiciones, no de nuevas apuestas bajistas con apalancamiento.
Glassnode concluye que bitcoin transita un «descenso controlado» hacia niveles de sobreventa profunda y alto estrés, con una posible estructura de fondo formándose entre los USD 84.000 y 90.000 dólares.
Este comportamiento coincide con un reporte reciente de CriptoNoticias, que muestra que tanto delfines como ballenas han comenzado a identificar un posible «fondo local» en el precio, incrementando gradualmente su actividad de acumulación. Estos movimientos suelen anticipar etapas de mayor estabilidad, aunque no necesariamente un cambio inmediato de tendencia.
Un mercado en la «oscuridad»
Para David Battaglia, el análisis no se limita al precio de bitcoin, sino al comportamiento de activos que considera relevantes para evaluar el entorno de riesgo, como las acciones de empresas tecnológicas y ligadas a la minería digital. Entre ellas, Strategy, BlackRock, MARA Holdings, Riot Platforms, Rigetti Computing, IonQ, D-Wave Quantum, Intel y Tesla.
Según el analista, estos componentes aportan señales adicionales sobre la liquidez y la percepción del mercado. «Los que entienden no se distraen: se preparan para la siguiente ola», señaló.
El panorama macroeconómico refuerza esa sensibilidad. André Chalegre, analista brasileño consultado por CriptoNoticias, explica que el comportamiento de bitcoin en el corto plazo está condicionado por la incertidumbre generada tras el prolongado cierre administrativo en Estados Unidos que dejó «oscuridad» sobre datos claves para la política monetaria.
«Fue mucho tiempo sin datos, y estos datos son muy importantes para el recorte de tasas de interés», afirma. Y subraya que la probabilidad de una reducción de tasas en diciembre cambió de manera abrupta tras la reapertura, el pasado 13 de noviembre.
No obstante, afirma: «En mi opinión, todavía estamos en el juego». Lo anterior, ya que estas variaciones se producen en un contexto donde otros países —como China, Japón y varias economías europeas— mantienen políticas expansivas.
Esto convierte a Estados Unidos en la principal excepción restrictiva, pero también en el centro de atención global para los mercados de riesgo, sostiene Chalegre.
Una tendencia definida por la escasez
Pensando a largo plazo, Chalegre señala que la tendencia de bitcoin sigue definida por su escasez y por la fragilidad estructural de las monedas fíat. Lo anterior, recordando que los gobiernos «imprimen dinero como si no fuera nada. Esto causa inflación y desregulaciones dentro de la macroeconomía global».
En ese escenario, el analista considera que bitcoin se fortalece como un activo de protección «en momentos de fragilidad del gobierno» y alta incertidumbre financiera.
Por ahora, la lectura del mercado sigue dividida entre señales de agotamiento bajista y la falta de una estructura convincente de recuperación. Como advierte Battaglia, se trata de una fase donde el alivio aparente puede resultar engañoso.
Así las cosas, el próximo movimiento dependerá tanto del flujo de liquidez como de la evolución de los datos macroeconómicos que el mercado espera con especial atención. Efectivamente, el juego aún no termina.