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Prathik Desai advierte que los inversores institucionales se tornaron cautelosos.
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El interés abierto crea un rango limitante para el precio de bitcoin.
Bitcoin arrancó la semana en terreno inestable y, al momento de esta redacción, su precio se encuentra por debajo de 110.00 dólares.
Este retroceso del 11% desde el máximo histórico de 124.000 dólares alcanzado la semana pasada encendió las alarmas entre los inversores.
Dos fuerzas explican el comportamiento reciente del precio. Por un lado, grandes inversores, conocidos como ballenas —entidades que acumulan más 1.000 BTC— han aprovechado las recientes subidas para vender y asegurar ganancias.
Por otro, una rotación de capital hacia criptomonedas de menor capitalización, como ether (ETH), criptomoneda de Ethereum, está restando fuerza a bitcoin. El precio de ether medido en BTC alcanzó niveles no vistos en más de un año.
En el siguiente gráfico, provisto por TradingView, se observa el comportamiento de BTC durante los últimos 7 días:
Cautela institucional y métricas clave
El interés abierto en derivados de bitcoin creció un 2,6% hasta los 84.900 millones de dólares, a pesar de que BTC perdió un 3,4% en la semana.
Según Prathik Desai, analista de The Token Dispatch, esto indica que los operadores mantuvieron posiciones abiertas en lugar de cerrarlas, una señal de cobertura y cautela.
El hashrate se mantuvo estable, reflejando el compromiso de los mineros pese a menores recompensas y la incertidumbre arancelaria. Además, el dominio de bitcoin cayó al 57,2%, su mínimo en siete meses, mientras Ethereum alcanzó un nuevo máximo histórico.
El Índice de avaricia de Bitcoin cerró en un neutral 50, mostrando un mercado expectante. Todas estás métricas se pueden apreciar en la siguiente imagen.
La macroeconomía pesa en el mercado
Mientras tanto, en el simposio de Jackson Hole, que se realizó del 21 al 23 de agosto de 2025, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), señaló que la inflación está cerca del objetivo del 2%, pero los aranceles impulsados por el presidente Donald Trump podrían complicar la situación, como lo reportó CriptoNoticias.
Powell destacó que “los riesgos a la baja para el empleo están aumentando, y si se materializan, podrían traducirse rápidamente en despidos y mayor desempleo”.
Aunque no confirmó recortes de tasas, sus palabras, pronunciadas en el evento organizado por la Reserva Federal de Kansas City, sugieren una posible flexibilización monetaria en septiembre.
Incertidumbre y cautela institucional
Desai advierte que una inflación impulsada por aranceles podría limitar la capacidad de la FED para relajar su política monetaria, lo que lleva a los inversores institucionales a adoptar una postura defensiva.
Los fondos cotizados en bolsa (ETF) de bitcoin reflejaron este sentimiento, registrando salidas de 1.170 millones de dólares, la segunda peor semana desde su lanzamiento.
En el mercado de opciones de Deribit, el interés abierto se concentra entre los 110.000 y 120.000 dólares. El siguiente gráfico muestra que las barras azules y amarillas representan el interés abierto para opciones de venta y compra, respectivamente, con la mayor actividad centrada en ese rango, señalando estos niveles como puntos clave y sugiriendo un límite potencial para los movimientos del precio, según Desai.
Un rango limitante y expectativas de la FED
«El mercado se inclina a la defensiva antes de la reunión de la FED de septiembre», señala Desai. Si la FED recorta las tasas de interés, los 120.000 dólares podrían convertirse en un soporte clave.
Sin embargo, si la inflación persiste, los 110.000 dólares serán el nivel a defender. Este posicionamiento cauteloso de los inversores institucionales refuerza la idea de que esta caída podría ser más que una corrección pasajera y que podría extenderse, quizás, por varias semanas o entrar BTC en un largo período de lateralización.
Correcciones como esta han marcado ciclos alcistas previos de bitcoin. En 2017, una caída del 36% en septiembre precedió nuevos máximos. En 2021, un retroceso del 50% preparó el camino hacia los 69.000 dólares.
«Los datos sugieren que estamos en una ventana de acumulación: la toma de ganancias se ha ralentizado, el miedo ha regresado y los mineros están bajo presión», explica Desai. Para los inversores a largo plazo, estas condiciones han sido históricamente oportunidades clave.