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Bitcoin está a 5.000 dólares aproximadamente de marcar un nuevo máximo histórico.
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El mercado ya tiene el combustible que necesita para iniciar un nuevo rally alcista.
El precio de bitcoin (BTC) lleva 5 días merodeando cerca de su máximo histórico, pero sin llegar a romperlo. Ahora, con los motores encendidos y el viento macroeconómico a favor, puede suponerse que el próximo gran rally alcista estaría a punto de comenzar.
Este lunes 12 de mayo, los mercados globales recibieron una de las noticias más esperadas del año: Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo para reducir aranceles y suspender buena parte de las tarifas recíprocas durante 90 días.
Se trata de un alivio inmediato en una guerra comercial que venía escalando rápidamente, y que había afectado no solo a las relaciones bilaterales entre ambas potencias, sino también al comercio global, los precios de las materias primas, y el apetito por el riesgo en los mercados financieros.
Los efectos de este acuerdo no se hicieron esperar. Los futuros de los principales índices bursátiles estadounidenses —como el S&P 500, el Dow Jones y el Nasdaq— fueron al alza en la apertura del día. El dólar se fortaleció frente a otras monedas y el yuan chino alcanzó su nivel más alto en seis meses. Incluso las acciones de compañías navieras como Maersk y Hapag-Lloyd treparon más de un 10%, anticipando una normalización del comercio internacional.
Este contexto favorable también se sintió en el ecosistema de bitcoin y las criptomonedas, donde el entusiasmo se volvió casi palpable. BTC cotiza al momento de escribir esta nota en torno a los 105.000 dólares, a solo USD 5.000 aproximadamente de su máximo histórico cercano a 110.000 dólares. El mercado está claramente en modo optimista.
La codicia volvió al mercado
El índice de miedo y codicia, que mide el sentimiento del mercado con base en diversos indicadores como la volatilidad, el volumen, el momentum del precio y las búsquedas en internet, marca actualmente niveles de «codicia».
Este tipo de lecturas suelen darse en momentos de euforia incipiente, cuando los inversionistas comienzan a sentir que “se viene algo grande” y no quieren quedarse afuera.
Uno de los signos más visibles de esta codicia es el repunte de las memecoins, esas criptomonedas sin fundamentos técnicos sólidos pero que logran capturar la atención de miles de traders en épocas de alta liquidez y entusiasmo.
Como puede verse en la siguiente imagen, varios tokens no-serios están entre los 10 que tienen mayor subida semanal (dentro del top 100 por capitalización de mercado).
Cuando el dinero especulativo vuelve a las memecoins, suele ser porque el apetito por el riesgo está de regreso. Y cuando eso pasa, bitcoin no se queda atrás.
¿Qué cambió en el escenario global?
Hasta hace unas semanas, el escenario era completamente distinto. La guerra comercial había escalado con nuevos aranceles a decenas de países impuestos por la administración Trump.
Con el pasar de los días, las tarifas de importación a productos chinos llegaron a un descomunal 145%, mientras que China respondía con una suba arancelaria del 125% a bienes estadounidenses y restricciones a la exportación de tierras raras, esenciales para la industria tecnológica y militar de EE. UU.
El panorama era tenso, incierto, con riesgos inflacionarios por disrupciones en las cadenas de suministro y con una amenaza latente de desaceleración económica global.
Pero el acuerdo de este 12 de mayo, aunque temporal y con vigencia de solo 90 días, ha sido recibido como un giro inesperado y positivo. Ambas partes acordaron reducir drásticamente las tarifas recíprocas: de 145% a 30% en el caso de EE. UU. y de 125% a 10% en el caso de China. Además, se estableció un mecanismo formal para continuar las negociaciones y evitar futuras escaladas.
La Fed en silencio, pero el mercado habla
En paralelo a todo esto, tal como CriptoNoticias lo reportó, se mantiene latente la expectativa de un recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos en algún momento de 2025.
Aunque Jerome Powell no ha confirmado esta posibilidad, tampoco la ha descartado, y eso ha sido suficiente para que el mercado empiece a descontarla de forma gradual.
La combinación de menor tensión comercial, mayor liquidez esperada, y un dólar aún fuerte pero estable, crea las condiciones perfectas para que bitcoin —un activo que ha demostrado moverse con fuerza cuando el apetito por riesgo aumenta— comience un nuevo impulso alcista.
Si la Fed finalmente baja tasas, o si los datos de inflación y crecimiento siguen siendo favorables, el camino de BTC hacia nuevos máximos se verá aún más despejado.
Bitcoin ya no es una apuesta marginal
Este escenario confirma algo que los observadores atentos vienen notando desde hace tiempo: bitcoin ya no es solo una reserva de valor o una cobertura contra la inflación. También se comporta como un activo financiero que responde a los estímulos macroeconómicos y al humor de los mercados globales.
En otras palabras, BTC ha madurado como activo y hoy se ve impulsado por los mismos factores que mueven a las bolsas de valores o al mercado de bonos. La diferencia es que, cuando se enciende la chispa, bitcoin suele multiplicar por mucho el movimiento de otros activos.
Por eso no sorprende que lo que ocurre en las reuniones del G7, en las decisiones del Banco Central Europeo, en los datos de empleo de EE. UU. o en los acuerdos comerciales entre potencias impacte, directa o indirectamente, en el precio de bitcoin.
Con el precio rondando los 105.000 dólares y el máximo histórico a solo un paso, el mercado se prepara para una posible ruptura alcista. Técnicamente, superar los 110.000 abriría la puerta a un nuevo tramo de precio, con resistencias cada vez más difusas.
Pero más allá de lo técnico, lo que hoy más importa es el combustible financiero que empieza a acumularse en esta etapa. Hay confianza, hay codicia, hay liquidez y hay estabilidad (al menos por ahora) en las relaciones entre las principales economías del mundo, hay inversiones institucionales y corporativas (por ejemplo, Strategy que anunció hoy una nueva compra de 13.390 BTC). Y eso, en el universo de bitcoin, puede traducirse en un rally alcista inminente. El mercado ya tiene el combustible que necesitaba.