Hechos clave:
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El ingeniero Ernesto Cruz recibiĂł una transferencia de 1 BTC de una direcciĂłn desconocida.
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El joven se debate entre devolver el bitcoin a su propietario o quedárselo.
1-11-2019
Era ya de noche en Madrid cuando Ernesto notĂł la irregular transferencia. RevisĂł varias veces el balance de su monedero, creyendo que la fatiga lo estaba haciendo ver espejismos. No se equivocaba. La plataforma habĂa confirmado la entrega de 1 BTC a su persona, enviado por una direcciĂłn que no reconocĂa a primera vista. Ernesto no daba crĂ©dito a la situaciĂłn. MirĂł nuevamente el balance, luego la informaciĂłn detallada de la transacciĂłn.
DirecciĂłn: xxxxxxxxxxxxsp7fg6jKb4Lme509mD51Lmj0
Cantidad transferida: 1,0000000 BTC
Fees: 0,00190709 BTC
Recibido: Hace dos horas
NĂşmero de confirmaciones: +8
DecidiĂł ir a la cocina por una taza de tĂ©, mientras concluĂa que alguien por equivocaciĂłn habĂa enviado más de 8.000 dĂłlares a su monedero. SoltĂł una risa ronca para tratar de quitarse la sensaciĂłn de desconcierto del cuerpo, pero sĂłlo logrĂł despertar a su gato que dormĂa placido en el centro del comedor. «Que idiota», pensĂł sin entender bien lo que acababa de ocurrirle. Luego, se replanteĂł la situaciĂłn, concluyendo que cualquier ser humano puede cometer errores. A decir verdad, no se trataban de los primeros bitcoins en la historia que han sido transferidos a una cuenta equivocada.
— La gente pierde dinero de las maneras más estĂşpidas —sentenciĂł mientras servĂa dos cucharadas de azĂşcar al tĂ©.
Las palabras dichas en el silencio del apartamento le hicieron sentirse renovado. La felicidad bullĂa por la piel de Ernesto, burbujeante. Se sentĂa como un hombre bendecido por la fortuna. No era una cifra millonaria, pero sin lugar dudas podĂa darse algunos lujos con ese bitcoin. Unas pequeñas vacaciones, una salida a un restaurante agradable o comprarse algo de ropa. Pero, toda alegrĂa es efĂmera. Ernesto no podĂa pasar el sorbo de tĂ© por la garganta, puesto que una parte de Ă©l sentĂa asco de sĂ mismo. Acababa de descubrir que estaba dispuesto a robarle a alguien, sin remordimientos, como una rata de alcantarilla. Por un momento sintiĂł la cara tan sucia que no sabĂa bien como verĂa nuevamente a su madre, cĂłmo le besarĂa las mejillas a sabiendas de que habĂa robado a otro hombre. Ella, sin lugar a dudas, no le habĂa enseñado esa clase de comportamiento. Si estuviese vivo su padre, como buen abogado, tambiĂ©n le estarĂa diciendo que esos pensamientos eran antiĂ©ticos y de muy baja calaña.
Ernesto se sentĂł en el taburete de la cocina, derrotado por el espiral de deseo y culpa que acababa de activarse en su fuero interior. Sobando la taza con las manos, concluyĂł que a sus 27 años todavĂa era un hombre de principios dĂ©biles. No querĂa tomar decisiĂłn alguna, asĂ que se fue a la cama esa noche con la angustia en el pecho y unos bitcoins de más en su monedero. No pudo conciliar el sueño hasta pasada la madrugada.
2-11-2019
— Eres un maldito suertudo —dijo Pablo, mientras le daba un golpe seco a la mesa con la lata de refresco.
Ernesto le mirĂł sin alterarse. Una parte de Ă©l quiso decir que toda la situaciĂłn era muy complicada para llamarla suerte, pero habĂan momentos en donde Ă©l tambiĂ©n pensaba como Pablo. HabĂa tenido suerte por primera vez en toda su vida, se habĂa ganado la loterĂa y ahora tenĂa miedo de reclamar el premio.
— La cosa no es tan simple… —su voz vacilaba, arrastrando las palabras— Verás, no quiero pasar el resto de mis dĂas pensando que posiblemente le haya robado los ahorros de vida a un extraño. O, peor aĂşn, el sustento de una familia. A mĂ, en lo personal, me parece una cosa de muy mal gusto.
— Eso es moralina de la barata.
— SĂ, lo reconozco. No voy a mentirte, una parte de mi quiere coger ese dinero y disfrutárselo. Es una oportunidad de una en un millĂłn, esas cosas no vuelven a pasar. Pero, Pablo, siĂ©ndote sincero lo he estado pensando y me parece que devolver el dinero es lo más justo.
— Eres un idiota, definitivamente —dijo Pablo dejando entrever por el gesto de su rostro una mezcla de emociones que oscilaban entre la frustraciĂłn y la condescendĂa. La conversaciĂłn se detuvo unos instantes con la llegada de Juan, quien habĂa ido a recoger su orden de hamburguesa y papas fritas— Este tipo es un idiota —volviĂł a decir Pablo, mirando ahora a Juan.
Ernesto habĂa decidido contarles sobre la transacciĂłn a las dos personas que lo habĂan introducido en el mundo de las criptomonedas. CreĂa que sus dos amigos tenĂan una visiĂłn más fresca y reflexiva acerca de Bitcoin, asĂ como mayor conocimiento sobre cĂłmo funcionaba la red. Juan RodrĂguez y Pablo Silva habĂan sido sus compañeros en la facultad de ingenierĂa por más de cinco años, asĂ como sus entrañables acompañantes de tasca y de despechos amorosos. Desde hacĂa varios años que Ă©l les habĂa escuchado hablar sobre un tal “Bitcoin”, tema que terminĂł por interesarle tambiĂ©n. Una cosa habĂa llevado a la otra y ahora estaba sentado allĂ, contando su historia de cĂłmo la noche anterior su monedero habĂa registrado una cuantiosa y errada transferencia.
— Yo tambiĂ©n los devolverĂa —concluyĂł Juan, luego de escuchar toda la historia— Creo que tienes una razĂłn de peso, Ernesto. ÂżSabes cuál es?
— ¿Desperdiciar las oportunidades? —masculló Pablo, visiblemente molesto.
— No, Pablo. No todo en la vida es ganar, a veces hacer las cosas correctas cuestan más que hacer las incorrectas —puntualizĂł Juan.— Yo creo que lo más importante es que Bitcoin es una comunidad y, debido a ello, nosotros somos los que tenemos el poder de hacer las cosas bien para Bitcoin o no. Si se tratara de un servicio centralizado, la persona que se ha equivocado puede pasar una queja formal y su dinero es reembolsado. Pero, bueno, sabemos que las mieles de la descentralizaciĂłn traen consigo muchas responsabilidades. No sĂłlo se trata de saber hacer las transferencias, sino tambiĂ©n de ser más solidario con el otro y ser transparente. Si nosotros construimos una red que se base en la solidaridad, entonces será una red solidaria. Pero, si construimos esa red en el robo y el egoĂsmo, no podemos evitar que la misma se convierta en eso. Yo creo que la magia de Bitcoin está…
— Todo eso son puras perolatas, Juan —cortĂł Pablo— Vamos, Ernesto, dinos… ÂżQuĂ© vas a hacer con ese bitcoin? Más allá de los discursos sobre el bien y el mal de nuestro querido parroquiano, a mi me parece que no le estás poniendo cabeza frĂa al asunto. Recuerda: un bitcoin no cae del cielo dos veces.
— Si… tienes razón.
6-11-2019
Ernesto se conectĂł al computador a las 11:22 de la noche, luego de cenar mientras veĂa un episodio de Neon Genesis Evangelion por Netflix. Estaba cansando, tenĂa trabajo acumulado en la oficina y la casa estaba vuelta un desastre. Sin embargo, en su cabeza sĂłlo rondaban dos pensamientos: una necesidad irremediable de desconectarse del mundo y un impulso por terminar una de sus más recientes fuentes de agobio.
AbriĂł el monedero de criptomonedas, consultĂł los detalles de la transacciĂłn de xxxxxxxxxxxxsp7fg6jKb4Lme509mD51Lmj0. CopiĂł la direcciĂłn, ingresĂł a la opciĂłn de enviar bitcoins, configurĂł la transferencia para un 1 BTC y la firmĂł. HabĂa decidido retornar los bitcoins a su propietario.
Luego de finalizada la transacciĂłn, apagĂł la computadora y se fue a dormir. Algo en Ă©l se sentĂa más liviano, como si se hubiese sacado un peso de encima. Ese dĂa Ernesto durmiĂł ligero, soñó con un lago calmo y una mujer al fondo llamándole.
8-11-2019
Ernesto mirĂł nuevamente el saldo de su monedero sin dar crĂ©dito a lo que veĂa. CerrĂł la aplicaciĂłn, la volviĂł a abrir. Nada habĂa cambiado: de nuevo estaba ese 1 BTC sobrante, rellenando su exiguo llavero. Él habĂa retornado ese dinero hacĂa dos dĂas atrás a su propietario, pensando que era el fin de este dilema. Sin embargo, nuevamente la direcciĂłn xxxxxxxxxxxxsp7fg6jKb4Lme509mD51Lmj0 habĂa decidido reenviar la misma cantidad. A Ă©l, a más nadie que a Ă©l. No se trataba de una equivocaciĂłn, sino de una acciĂłn deliberada.
El joven se levantĂł de la silla frente al computador y dio unas vueltas cortas alrededor de su habitaciĂłn. Se sentĂa nervioso, un cosquilleo desagradable se le irradiaba desde la punta de los dedos de la mano hasta el esternĂłn. «Esto no pinta bien, hombre», pensĂł sin saber claramente que era lo que estaba mal. Lo Ăşnico que sabĂa con certeza, casi como una premoniciĂłn, es que aquella transacciĂłn tenĂa un significado. ÂżPor quĂ© alguien habĂa decidido enviar a su cuenta, si o si, 1 BTC?
11-11-2019
— Esto se está poniendo loquĂsimo. Todo está tomando otra dimensiĂłn. ÂżHas visto los tweets, Ernesto? —la voz de Juan, al otro lado del auricular, sonaba fuera de sĂ—Dime tĂş el post original de Reddit. No se trata de una sola transacciĂłn de 1 BTC, sino tal vez de cientos. Una persona ha decidido simplemente regalar bitcoins a lo loco, porque sĂ.
— Yo no creo que sea simplemente porque sà —señalĂł Ernesto mientras revisaba los links que le habĂa enviado Juan— La segunda vez que me llegĂł la transacciĂłn, cuando me la devolviĂł, sentĂ que todo esto tenĂa un significado. No sĂ©, Juan, yo creo que hay gato encerrado en todo esto.
— O simplemente es alguien caritativo. Sabes, en el mundo de la privacidad y el internet debemos estar preparados para cualquier cosa. No es la primera vez que la comunidad de Bitcoin se ve sorprendida por un suceso extraño. Al final siempre se descubre que la respuesta es más sencilla de lo que parece. La gente está empezando especular, que si Satoshi está mandando estos bitcoins y tal.
— Eso es una tonterĂa.
Ernesto leĂa con avidez la publicaciĂłn en Reddit, atĂłnito. Un usuario, identificado como Dedebra, contaba su historia de cĂłmo habĂa recibido un bitcoin el pasado primero de noviembre a manos de una direcciĂłn desconocida. Dedebra habĂa decidido retornar el dinero de inmediato, pero al dĂa siguiente ingresĂł otra transacciĂłn realizada por la misma direcciĂłn con el mismo monto. El usuario abrĂa una discusiĂłn en el subreddit de Bitcoin preguntando: «¿QuĂ© estará motivando a esta persona? ÂżSerá una red de caridad, un juego maquiavĂ©lico o una secta oculta? Jajajaja, dejen sus comentarios».
La publicaciĂłn, que habĂa sido realizada el 3 de noviembre, se viralizĂł dĂas despuĂ©s; luego de que otro usuario afirmara que tambiĂ©n habĂa recibido la extraña transacciĂłn. En la Ăşltima semana más de 10 personas habĂan confirmado en Reddit y Twitter, con capturas de pantalla, haber recibido la misma transacciĂłn. Se trataba de una epidemia de transferencias de 1 BTC que estaban infestando a los monederos por razones totalmente desconocidas.
— Te llamo luego, Juan. Déjame leer todo con calma. Esto es una locura.
Entre el desfile de tweets, comentarios y memes, Ernesto picĂł curiosidad por un hilo explicativo que habĂa publicado un conocido bitcoiner canadiense. Duby.nya, como se le conocĂa al anĂłnimo personaje, señalaba que desde hacĂa unas horas estaba investigando a profundidad este grupo de transacciones. Una actividad que habĂa arrojado dos interesantes datos:
- Todas las transacciones registradas el 1-11-2019 habĂan sido realizadas por una Ăşnica direcciĂłn de Bitcoin, ofreciendo la misma cantidad de dinero para todos sus receptores.
- No se trataban de transacciones comunes, sino OP_RETURN. Es decir, transacciones con mensajes ocultos en la red.
Duby.nya señalaba que, con el permiso de uno de los usuarios que recibiĂł la transacciĂłn, habĂa podido dar con el caracter hexadecimal guardado en la transacciĂłn. El cual al transformarlo en un mensaje simple con un conversor daba como resultado un texto en japonĂ©s romaji:
Ernesto dejĂł de leer, extenuado de tanto asombro. SentĂa un peso trĂ©mulo en la boca del estomago, el cual se iba haciendo con el pasar de los minutos más presente. Ya no pensaba, pero el corazĂłn reverberaba en su interior como un tambor de batalla. No entendĂa por quĂ© estaba involucrado en toda esta situaciĂłn, pero ahora sentĂa que alguien intentaba comunicarse con Ă©l. Ese mensaje le pertenecĂa, con sus sonidos extranjeros y su forma enigmática, habĂa sido enviado para Ă©l. Pero, por sobre todas las cosas, Ernesto querĂa saber quiĂ©n estaba al otro lado del mensaje y cuáles eran sus intenciones.
Descargo de responsabilidad:Â Esta es una obra de ficciĂłn. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginaciĂłn del autor o bien se usan en el marco de la ficciĂłn. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.
Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficciĂłn. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginaciĂłn del autor o bien se usan en el marco de la ficciĂłn. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.