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Los fiscales demandan la devolución del 80% del dinero robado.
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El responsable del hackeo fue sentenciado a 5 años de prisión.
Fiscales de EE. UU. han solicitado a la justicia que devuelva una gran parte de los casi 120.000 bitcoins confiscados tras el hackeo a Bitfinex en 2016, actualmente valorados en más de USD 11.000 millones.
En noviembre pasado, el responsable de este ataque informático, Ilya Lichtenstein, fue condenado a cinco años de cárcel por lavado de dinero relacionado con el hackeo. Esto fue publicado en un informe del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Lichtenstein utilizó técnicas avanzadas de hacking para realizar más de 2.000 transacciones fraudulentas, transfiriendo 119.754 bitcoins a una wallet bajo su control. Posteriormente, solicitó la ayuda de su esposa, Heather Morgan, para blanquear los fondos. Morgan recibió una sentencia de 18 meses de prisión.
En una publicación del 19 de diciembre en X, Ilya reiteró múltiples afirmaciones que realizó en el tribunal, las cuales fueron relevantes para su condena; también afirmó que su esposa no había tenido nada que ver en el hackeo y que ni siquiera lo supo durante años.
Aunque el hackeo ocurrió en 2016, la historia adquirió nuevas dimensiones en 2022, cuando el Departamento de Justicia de EE. UU. logró descifrar datos encriptados que vinculaban a Lichtenstein y su esposa. Ambos se declararon culpables de lavado de dinero y el primero reconoció haber ejecutado el hackeo. Posteriormente, la colaboración de ambos fue clave para lograr la recuperación del 80% de los bitcoins sustraídos.
En enero de 2025, la justicia determinó que Bitfinex y los usuarios no califican legalmente como «afectados» según la Ley de Restitución Obligatoria de Víctimas. Sin embargo, los fiscales se apoyan en que un juez federal invocó acuerdos de culpabilidad que permitirían realizar una restitución voluntaria al exchange.
En concreto, los fiscales de EE.UU. han solicitado al juez que autorice la devolución de casi el 80% de los 119.754 bitcoins robados en el hackeo. Esto quiere decir que se devolverían unos 94.643 bitcoins que fueron recuperados por el gobierno, además de las criptomonedas generadas a través de «hard forks» posteriores al crimen, como Bitcoin Cash, Bitcoin SV y Bitcoin Gold.
Los fiscales han señalado que la devolución de los 25.000 bitcoins restantes será más complicada. Explican que estos fondos no pueden ser considerados parte del botín original debido a los esfuerzos de Lichtenstein y Heather por blanquear el dinero. Para ello, utilizaron métodos sofisticados como exchanges de criptomonedas no regulados y mercados de la dark web. Además, combinaron estos bitcoins con fondos de sus cuentas personales y comerciales. Por esta razón, no se consideran como parte de los bienes robados y deberán ser devueltos mediante un proceso de incautación adicional.
La devolución de estos bitcoins podría tener implicaciones significativas. Parte de la opinión pública había especulado sobre la posibilidad de que estos fondos pudieran integrarse a la hipotética reserva estratégica de bitcoin del gobierno de EE. UU., un proyecto que, de entrar en vigencia, otorgaría al país una influencia aún mayor sobre el mercado global de criptomonedas. Sin embargo, devolver estos activos a Bitfinex y sus usuarios subrayaría la postura de que ciertas autoridades aún no ven a bitcoin como un activo que pueda ser utilizado de forma directa para fines nacionales. Lo cierto es que este caso podría servir como un importante antecedente para acelerar los esfuerzos en materia de establecer políticas legales más coherentes dentro de la industria.