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Utilizan la minería como motor financiero para sostener de forma autónoma sus proyectos.
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Crean una red de conocimiento al compartir su modelo con otras comunidades en países como Bolivia.
¿Qué tienen en común la minería de Bitcoin, la colaboración con comunidades en Bolivia y las elecciones en Costa Rica? Para los bitcoiners Junior Pérez y Kike, fundadores de la comunidad 21 Bitcoin Academy, estos elementos forman parte de una visión para promover la adopción de bitcoin (BTC) y fortalecer lazos con otras comunidades en Latinoamérica.
En una entrevista exclusiva con CriptoNoticias, ambos compartieron cómo su comunidad mixta, es decir, virtual y presencial, combina autosuficiencia financiera, educación a través de redes de colaboración regional y una posible incursión en el panorama político de costarricense.
Pérez es un bitcoiner venezolano que vive en Costa Rica y Kike (bajo condición de anonimato) permanece en su natal Cuba. Ellos, un día, sintieron la necesidad de ir más allá de los meetups de bitcoin y las charlas introductorias. Por eso no desaprovecharon la oportunidad cuando se encontraron y de inmediato se asociaron para crear una comunidad y concebir una fórmula estratégica para consolidarse como un verdadero motor de cambio en la región.
Primero nació 21 Bitcoin Academy, a principios del 2025, y recientemente se unieron a la Federación Latinoamericana de Bitcoiners, la cual ya reúne a 39 agrupaciones a un mes de su lanzamiento.
Lejos de operar como una isla, la academia funciona como un hub colaborativo. Pérez relata cómo este espíritu de cooperación se materializa en el día a día. «El tema de la federación es un superplus para poder fortalecer lazos y para poder unirnos más», afirmó. Este no es un anhelo abstracto, sino una práctica constante. «Otras comunidades tienen su fuerte, entonces nos ayudan a fortalecernos», añadió.
Pérez develó las fortalezas de cuatro pilares de su comunidad que combina educación sobre bitcoin y minería digital, impulso a la adopción con colaboración transfronteriza y una ambiciosa visión de futuro con proyección política.
Primer componente: La minería de Bitcoin
En un ecosistema donde muchos proyectos dependen de donaciones o del trabajo voluntario, 21 Bitcoin Academy ha encontrado su propio motor financiero como es la minería de Bitcoin. Esta no es solo una actividad técnica, sino la base que les permite operar con independencia y sostener sus proyectos de desarrollo a largo plazo.
«Nosotros tenemos esta fuerza de la minería, tenemos ciertas herramientas», explicó Pérez, destacando una capacidad que les confiere una profunda experiencia práctica. Esta fortaleza interna es lo que les permite enfocarse en su segunda y quizás más crucial misión como es construir una red de conocimiento sólida en toda Latinoamérica.
Según Junior Pérez, la gente quería saber cómo era el tema de minería y a raíz de eso también han traído muchas personas a la comunidad que llegan con la misma pregunta inicial: «¿Cómo hago para minar? ¿Dónde invierto?». Para el venezolano, esta curiosidad es precisamente el principal punto de diferenciación de su comunidad.
El equipo de 21 Bitcoin Academy asegura que a diferencia de un enfoque puramente comercial, donde «simplemente vas y te venden máquina sin enseñarte», ellos lo han integrado a su plataforma educativa. «Ese es nuestro gancho también para poder atraer a las personas que están nuevas en bitcoin», afirmó.
«Incluso hemos estado hablando para poder llegar a una colaboración también para formar técnicos dentro de nuestra comunidad. Me han dicho que los puntos fuertes de la minería y técnicos de minería están en Paraguay, Argentina y Venezuela, y en este momento se están empezando a asomar en Ecuador, entonces queremos también abarcar nosotros esa opción de formación de técnicos para exportar”.
Junior Pérez, cofundador de 21 Bitcoin Academy.
Segundo componente: Colaboración y educación
Lejos de operar como una isla, la academia funciona como un hub colaborativo. Pérez relata cómo este espíritu de cooperación se materializa en el día a día. «Otras comunidades tienen su fuerte, entonces nos ayudan a fortalecernos», añadió.
El ejemplo más revelador de esta sinergia es una consulta reciente desde Bolivia. «Hace poco me escribió Bitcoin Research de Bolivia, para preguntarme el tema de minería», comparte Pérez. Este simple intercambio ilustra un ecosistema donde las fronteras se desvanecen y el conocimiento fluye hacia donde más se necesita.
Kike complementa esta visión con un fuerte énfasis en la educación. Él ve a bitcoin como una herramienta clave para Latinoamérica, donde los problemas de corrupción y la inflación afectan el poder adquisitivo.
«Realmente bitcoin es una revolución monetaria que va de abajo hacia arriba, que le permite al individuo la posibilidad de tomar poder y tomar libertad y asegurar su propiedad privada con criptografía»
Kike, bitcoiner cubano.
Para Kike, educar a las personas es esencial: «Es muy importante reunirnos para estudiar Bitcoin, para dar clases, para dar cursos, para enseñar a las personas». Su objetivo es que más comercios y ciudadanos adopten bitcoin, creando un estándar que promueva la independencia del sistema estatal.
La filosofía es clara y sencilla: «Es eso, ir compartiendo conocimiento, ir apoyándonos». El éxito de su caso es tal que ya está siendo replicado por otros, como Emmanuel Fermín, fundador de la comunidad «Satoshi Somos Todos» de República Dominicana, quien, según Kike, agarró su modelo para implementarlo en su propia comunidad.
La conquista del debate público
Pero la visión de 21 Bitcoin Academy no se detiene en la educación y la colaboración. El tercer pilar de su fórmula es, quizás, el más audaz: la incursión en la arena política. Pérez, con una mirada puesta en el futuro de su país, insinúa que la organización y la influencia que están construyendo podrían tener un nuevo escenario.
«Vienen las elecciones en Costa Rica y por ahí creo que también 21 Bitcoin Academy puede aparecer. Costa Rica no se ha caracterizado por el mundo de bitcoin, menos en el tema político, entonces vamos a ver qué puede pasar».
Junior Pérez, bitcoiner costarricense.
Su declaración sugiere una ambición de llevar el mensaje de bitcoin al debate público, un paso disruptivo en un país donde la moneda digital pionera aún no es un tema central.
De esa manera, la fórmula de 21 Bitcoin Academy queda al descubierto: colaboración que alimenta una red de educación sobre bitcoin, adopción y una proyección de esa influencia hacia la transformación social y política.
Más que una comunidad, lo que se gesta esta comunidad virtual y presencial es un prototipo de cómo una agrupación bitcoiner puede redefinir su propio impacto, convirtiéndose en un agente activo y relevante en el futuro de América Latina.
Escalando la fórmula: Una red de comunidades descentralizadas
Mirando hacia el futuro, Kike visualiza una comunidad en plena expansión, pero es pragmático ante los desafíos que este crecimiento implica. La demanda ya es un factor palpable. «Algunos días tenemos demasiada demanda con preguntas y dudas de personas que son nuevos en el uso de bitcoin y realmente no damos abasto», confiesa.
Para gestionar esta creciente necesidad, el plan es evolucionar hasta «ser como una especie de soporte de bitcoin personalizado y gratuito», un centro de ayuda estructurado.
Esta estructura tiene un propósito educativo muy claro. Funciona como «una especie de filtro» diseñado para optimizar la experiencia de los usuarios recién llegados a bitcoin. El objetivo final, subraya Kike, es «tratar de mantener a los nuevos en una escalera de aprendizaje lo más rápida y lo más sana posible», protegiéndolos de la desinformación y guiándolos eficazmente en sus primeros pasos dentro del ecosistema de los activos digitales.
«Podríamos expandirnos con 21 Bitcoin Academy Venezuela, 21 Bitcoin Academy México, y 21 bitcoin Academy España, y más allá. Porque estamos tan solidificados con el tema de la filosofía de bitcoin que estamos seguros que va a escalar. Yo lo veo como algo bastante grande, tanto que hasta tendríamos que abrir un servicio al cliente directamente con personas que nosotros mismos estemos formando para que ayuden a otros, hasta crear una red de apoyo completamente descentralizada, células en todo el mundo de 21 Bitcoin Academy, así lo veo yo».
Junior Pérez, cofundador de la comunidad 21 Bitcoin Academy.
Así, la pregunta inicial encuentra su respuesta definitiva. La minería, la colaboración y la política no son elementos dispares, sino los engranajes de una misma maquinaria de cambio diseñada por 21 Bitcoin Academy. Lo que Junior Pérez y Kike están demostrando no es solo cómo dirigir una comunidad, sino cómo sembrar las semillas de una transformación regional con una estrategia clara, una ejecución valiente y la convicción de que el verdadero poder de Bitcoin reside en la unión.