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Visa quiere emplear identificación digital biométrica para autenticar cada transacción.
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Las vulnerabilidades de seguridad pueden revelar información que facilite el robo de identidad.
Visa, el gigante global de pagos, ha lanzado un sistema de identificación digital biométrico para verificar cada transacción, lo que podría poner a los usuarios en riesgo frente a problemas de privacidad y seguridad.
La compañía creó esta tecnología junto a Proof, una plataforma especializada en seguridad digital, con el objetivo de ofrecer «identidades verificadas» que resguarden pagos de alto valor, transacciones en comercio digital y operaciones bancarias.
De esta manera, buscan que cada movimiento financiero quede vinculado a una identidad biométrica criptográficamente asegurada, lo que permite verificar al usuario sin depender únicamente de contraseñas o datos tradicionales.
En un comunicado de prensa, representantes de Visa aclaran que esta iniciativa se desarrolla en un contexto de aumento del fraude, potenciado por los avances en inteligencia artificial que facilitan la falsificación de documentos.
La novedad adquiere mayor relevancia tras el anuncio de la empresa sobre la integración de cuatro stablecoins que operan en distintas redes de criptoactivos. Según informó CriptoNoticias, esta expansión permitirá aceptar y convertir estos activos digitales a más de 25 monedas fíat, consolidando su uso más allá de la infraestructura financiera tradicional.
No obstante, esta integración también plantea posibles complicaciones para los usuarios. A diferencia de operar directamente con Ethereum u otras criptomonedas en redes públicas, el uso de monedas estables a través de Visa estaría registrado en la nube de la compañía.
El sistema de identificación biométrico expone riesgos en la centralización
Cabe mencionar que las transacciones en Ethereum se ejecutan en una red pública y descentralizada, donde la verificación no depende de una sola entidad, sino de miles de nodos distribuidos en todo el mundo. Esta estructura elimina intermediarios y reduce la posibilidad de filtraciones masivas, ya que las personas no necesitan compartir datos personales para validar una operación.
Si consideramos que cada operación estaría ligada a una identidad digital biométrica, esto incrementa la exposición ante posibles brechas de seguridad o un manejo inadecuado de los datos. En consecuencia, aumenta el atractivo para posibles atacantes, ya que una intrusión informática podría exponer registros que faciliten la suplantación de identidad.
Así, los clientes de criptomonedas pasarían a depender por completo de las medidas de seguridad y las políticas de privacidad de una plataforma centralizada, siempre expuesta a errores humanos.
Si bien la firma asegura que la red de Proof ofrece sólidas protecciones contra el fraude y que la identidad digital puede reutilizarse de forma segura en distintos pagos, este tipo de soluciones podrían transformar al usuario en un dato más dentro de una plataforma centralizada. Esto es algo que no sucede al operar directamente en redes de criptomonedas públicas.
A medida que el gigante global de pagos avanza hacia los pagos con sistema biométrico y la integración de criptomonedas y stablecoins, los consumidores deben sopesar los beneficios frente a los riesgos de seguridad y privacidad que estas innovaciones conllevan.

