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El visionario cree que bitcoin está transformando las finanzas globales.
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Cree que EE.UU. debe acumular entre el 5% y 25% del suministro total de BTC para 2035.
Michael Saylor, el presidente ejecutivo de Strategy (anteriormente MicroStrategy), no es solo un empresario con una fortuna en bitcoin (BTC); es un visionario que ve en esta moneda digital una herramienta para transformar la economía global y dejar un legado eterno.
En una entrevista difundida hoy, Saylor habló de un propósito más profundo. Inspirado por Satoshi Nakamoto, el creador anónimo de Bitcoin, planteó una forma única de impacto eterno: «Si conviertes tanta riqueza como puedas en BTC, como hizo Satoshi con un millón de monedas, y quemas las llaves, habrás hecho una contribución económica proporcional a todos los demás en la red Bitcoin para siempre». Este acto, según él, no solo reduce la oferta circulante —fortaleciendo a los holders restantes—, sino que encarna una filosofía de soberanía, libertad económica e «inmortalidad económica».
En la entrevista, evitó comprometerse con quemar sus 17.732 BTC personales, y cuando se le preguntó directamente si lo haría, no se descartó la estrategia. Sin embargo, su entusiasmo por la idea sugiere que ve en ello un ideal ético. «Es una forma de dejar tu energía económica a la humanidad», explicó, contrastándola con la caridad tradicional, que, según él, se corrompe con el tiempo.
El mensaje resume su filosofía sobre BTC como «el único activo sin emisor», capaz de trascender gobiernos, empresas e incluso civilizaciones. Para él, Bitcoin es una forma de «dar poder a quienes comparten esta visión, desde ahora hasta la eternidad».
Con una formación en ingeniería aeronáutica del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y raíces en una familia militar de la Fuerza Aérea, Saylor compara a Bitcoin con un sistema «termodinámicamente sólido», diseñado para resistir el colapso como un avión bien construido. «Satoshi creó dinero perfecto», dijo, subrayando cómo su diseño resuelve fallas, como la hiperinflación, que son generadas por el dinero fíat.
Saylor también detalló su cruzada para transformar los mercados de capital. Strategy ha emitido bonos convertibles y acciones preferentes respaldadas por Bitcoin, buscando establecer una «nueva teoría del crédito» basada en dinero real, no en promesas futuras. «Estamos racionalizando los mercados de renta fija», afirmó.
Para Saylor Bitcoin es soberanía e inmortalidad económica
Durante la entrevista, Saylor destacó cómo su modelo ofrece mayor rendimiento con menor riesgo. A pesar de las críticas sobre la volatilidad de Bitcoin y las primas de su acción, él insiste en que su balance es «indestructible», diseñado con instrumentos perpetuos sin riesgo de liquidación.
Mirando al futuro, Saylor predice una explosión de innovación financiera digital una vez que EE.UU. clarifique su marco regulatorio para el sector de las criptomonedas, lo cual está previsto que se concrete antes de que finalice el 2025. «Millones de activos digitales se moverán a la velocidad de la luz», pronosticó.
El ejecutivo aboga por que Estados Unidos acumule entre el 5% y el 25% del suministro total de Bitcoin para 2035, una estrategia que considera clave para la supremacía económica del país. «Bitcoin es capital digital. Si crece a una red de 200 billones, puede cancelar la deuda nacional o convertirnos de deudores en acreedores netos», explicó. Para Saylor, este movimiento no solo neutralizaría los 35 billones de deuda actual, sino que posicionaría a EE.UU. como un gigante financiero con activos netos equivalentes, aprovechando la invención de Satoshi Nakamoto como una «palanca financiera poderosa».
Adicionalmente, Saylor comparó Bitcoin con «100 acres en Manhattan», un activo valioso que no se vende, sino que se explota estratégicamente. «No vendes tu propiedad en Manhattan; la alquilas, la financias o construyes sobre ella», afirmó. En el contexto digital, esto significa usar la moneda digital como base para generar ingresos —ya sea mediante préstamos, financiamiento o desarrollando negocios en la economía digital—, sin deshacerse del activo subyacente. Esta visión, respaldada por una orden ejecutiva presidencial que prohíbe vender la reserva estratégica de Bitcoin, refleja su convicción de que el futuro de la riqueza nacional reside en acumular y capitalizar este «oro digital» para las próximas décadas.