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Kassis considera que reducir bitcoin a un mero software ofrece una visión parcial y engañosa.
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Gracias a su escasez y previsibilidad, el valor de BTC no está sujeto a decisiones políticas.
Agustín Kassis, CEO de La Crypta, una comunidad bitcoiner de Argentina, publicó recientemente una reflexión que sintetiza su visión sobre lo que realmente sostiene el valor de bitcoin (BTC).
«Creer que el poder de bitcoin radica en su software (blockchain) es como creer que el poder de la Constitución radica en la tinta y papel en la que está escrita. La interpretación humana es lo que lo hace real, valioso y resistente a cambios», manifestó el especialista.
En comentarios exclusivos con CriptoNoticias, el maximalista de BTC amplió su perspectiva y compartió un análisis que trasciende la visión tecnológica del activo, abordando también su dimensión política, económica y social.
Para Kassis, limitar bitcoin a un simple software es una visión incompleta e incluso engañosa.
«La tecnología, en toda la historia humana, siempre ha estado presente en cada cambio estructural. Decir que bitcoin es relevante por ser tecnología es tautológico: ningún avance de la humanidad existió jamás sin ella», señaló. A su modo de ver, el verdadero núcleo de BTC está hecho «de carne y hueso».
Para entender su punto, basta mirar la historia. Podemos encontrar un ejemplo en la misma democracia universal representativa, que hoy en día rige el destino de la mayoría de los países en el mundo. Esta no tiene valor solo por estar plasmada en un documento o constitución… Es el compromiso activo de la sociedad lo que mantiene vivo el sistema y, en muchas ocasiones, lo hace resistente a abusos.
La materia prima: los bitcoiners
Así, el CEO de La Crypta enfatizó que son los miembros de la comunidad quienes defienden valores como la descentralización, la resistencia a la censura, la inmutabilidad, la libertad, la transparencia y la escasez monetaria. De manera individual y colectiva, estos «guardianes» permanecen atentos a cualquier intento de captura, dilución o desvío del propósito original de bitcoin.
Kassis describe a la creación de Satoshi como la primera alternativa real y global al sistema monetario basado en dinero fíat, vigente desde 1971. En su opinión, este modelo ha convertido a la humanidad en rehén de la inflación y la manipulación monetaria.
«El bitcoiner que comprende esto no busca ‘alternativas’ en clones, copias o modas especulativas. Entiende que dispersar fuerzas en múltiples experimentos solo contribuye al ruido y debilita la misión central: construir un sistema de dinero verdaderamente libre, universal y neutral», sostuvo Agustín.
Un factor que refuerza esta perspectiva es la emisión limitada de bitcoin, pues solo existirán 21 millones de unidades. Esta restricción programada lo protege de la inflación y de la manipulación monetaria que caracteriza al dinero de los gobiernos, cuyo suministro puede ser ampliado a discreción por los bancos centrales.
Al ser escaso y predecible, bitcoin ofrece un estándar monetario neutral, donde su valor no depende de decisiones políticas sino de la confianza y adopción de la comunidad.
De esta forma, Agustín sostiene que el valor de BTC está intrínsecamente ligado al compromiso de quienes lo respaldan. «No es la blockchain lo que desafía al sistema fiduciario, sino la comunidad de hombres y mujeres que, día tras día, decide unirse en torno a un proyecto con una misión clara: recuperar la soberanía monetaria y poner fin a la captura política del dinero», afirmó.
El especialista concluye que BTC ha dado lugar a un movimiento político y económico global, impulsado por su recurso más valioso: los bitcoiners. «La revolución de bitcoin no necesita líderes, solo creyentes», sintetiza.
Para el líder de La Crypta, ser un maximalista va más allá de invertir en el activo: implica un compromiso tanto ideológico como práctico. Así lo explicó en una entrevista previa, donde afirmó que un inversor se limita a esperar que bitcoin suba para venderlo y obtener ganancias en dólares, mientras que un bitcoiner es un verdadero activista, alguien que sueña con alcanzar la soberanía financiera real.