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China ha intensificado sus esfuerzos para promover sistemas independientes de Occidente.
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Desde el país asiático advierten que las infraestructuras tradicionales de pago pueden politizarse.
En un evento el martes, el gobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng, manifestó su compromiso de ampliar el uso internacional del yuan digital (e-CNY) y de promover la creación de un sistema monetario multipolar donde varias monedas tengan protagonismo.
Para ello, anunció la apertura de un centro de operaciones en Shanghái sobre e-CNY, su moneda digital de banco central (CBDC), para impulsar su adopción en el comercio global.
Durante su intervención en el Foro Financiero de Lujiazui en Shanghái, un encuentro que reúne a destacados líderes del sector financiero nacional e internacional, Pan argumentó que las tecnologías digitales han puesto en evidencia las limitaciones de los sistemas tradicionales de pagos internacionales. Estos, según dijo, son vulnerables a la influencia política y pueden ser utilizados como herramientas de sanción unilateral.
Su ratificación se da en un contexto donde empieza a surgir interés por alternativas al dólar estadounidense (USD), en gran medida debido a las políticas arancelarias impulsadas por el presidente Donald Trump. Tanto inversionistas como gobiernos exploran otras opciones, como el yuan, el euro y las criptomonedas.
Esto ocurre además mientras avanza en el Congreso de Estados Unidos el proyecto de ley GENIUS, que busca regular las stablecoins ancladas al dólar para potenciar la adopción de su a nivel global y la hegemonía de su moneda, entre otros motivos. Esto ha acelerado los esfuerzos de los bancos centrales no solo de Asia, sino también de Europa para resguardar el dominio de sus divisas mediante sus CBDC.
El gobernador chino defendió la necesidad de un sistema monetario con controles y contrapesos que reduzca la dependencia del dólar. A su juicio, un entorno así no solo limitaría el poder excesivo de monedas soberanas individuales, sino que también fortalecería la resiliencia del sistema económico internacional ante shocks y presiones geopolíticas.
Como ya reportó CriptoNoticias, la iniciativa refleja el interés estratégico de China por posicionar al yuan como una moneda global, con una influencia comparable a la del dólar o el euro. Este impulso por internacionalizar su divisa forma parte de una estrategia más amplia que el gigante asiático ha venido desarrollando en los últimos meses.
Mediante un sistema de liquidación transfronteriza basado en su moneda digital de banco central (CBDC), China ya ha conectado a 16 países de Asia y Oriente Medio, en un esfuerzo por ofrecer una alternativa más ágil y menos dependiente de la red SWIFT, dominada por el dólar. Este avance se da a pesar de las preocupaciones que generan las CBDC sobre la supervisión y control financiero de sus usuarios.