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Los usuarios creen que el minimalismo y liderazgo de Bitcoin han sepultado a Ethereum.
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Pese a las críticas, ETH sigue contando con firmes defensores que aguardan un gran futuro.
Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, busca transformar esta red para que sea tan simple como Bitcoin, haciéndola más rápida, segura y fácil de usar. Para ello, sugiere reemplazar la compleja Máquina Virtual de Ethereum (EVM) por una arquitectura más eficiente, como RISC-V, junto con otras mejoras que reduzcan costos y barreras técnicas. El objetivo es convertirla en una plataforma global accesible.
Para avanzar hacia un Ethereum más simple, Buterin propone simplificar las reglas para elegir bifurcaciones, incorporar pruebas STARK —una tecnología que permite verificar datos sin revelarlos ni depender de intermediarios— como base para una red más descentralizada, y unificar todo el protocolo. Esto incluye establecer un único método de codificación de borrado, y utilizar estructuras de árbol más ordenadas que reduzcan la complejidad y mejoren el rendimiento general de la red.
La iniciativa ha generado una ola de reacciones en X. Algunos usuarios, como «MerlijnTrader», celebran la idea como una transformación que podría volver a Ethereum imparable, con transacciones más rápidas y baratas, llegando incluso a hablar del proyecto como un «Ethereum 2.0» listo para integrar inteligencia artificial. Sin embargo, no todos están convencidos: «ZephiraNet» lo criticó duramente, matizando que Vitalik «preminó el 70% del suministro» en un lanzamiento que califica de «injusto y fraudulento» —la forma en que se distribuyeron inicialmente los tokens cuando la red se lanzó en 2015—, sugiriendo que la red arrastra problemas desde sus inicios.
Lo planteado por Buterin también ha dado pie a reflexiones técnicas sobre la estabilidad del ecosistema. Daniel Wang (@realdantaik), del proyecto Taiko, propone que las aplicaciones que operan en Ethereum —como los rollups, que ayudan a procesar transacciones más rápido y a menor costo— deberían estar en modo «battle tested». Esto significa que su código debería funcionar sin fallos en la red principal durante al menos seis meses, y gestionar un volumen mínimo de USD 100 millones, incluyendo al menos USD 50 millones en ETH o stablecoins.
Wang no sugiere que todos los rollups estén mal diseñados, sino que apunta a una debilidad estructural: la falta de un estándar claro que garantice que estas soluciones han sido probadas en condiciones reales y exigentes. Según su visión, cuando un rollup maneja grandes volúmenes de dinero, inevitablemente atrae la atención de hackers o actores maliciosos. Si logra resistir estos ataques durante un periodo sostenido, demuestra que es seguro y confiable para el ecosistema.

Toda esta discusión surge a partir del hilo original publicado por Vitalik el pasado 3 de mayo en X, donde presentó su plan. En dicha entrada, el programador escribió: «Una de las mejores cosas de Bitcoin es lo simple que es. Esa simplicidad tiene muchos beneficios. Llevemos esos beneficios a Ethereum«.
Su post desató una ola de reacciones, especialmente entre los defensores de BTC. Entre las reacciones, usuarios como «PsychedelicBart» fueron directos: «Creo que deberías desconectar ETH. Bitcoin ya ganó», mientras que «BitcoinIsaiah» afirmó: «Perdiste. Supéralo y deja de intentar aprovecharte del éxito de Bitcoin». Finalmente, «egyptianhodler» se posicionó en la misma línea y sentenció: «Eth está muerto. Compra Bitcoin».
Aunque estas críticas no abordan directamente los detalles técnicos de la propuesta, como el uso de RISC-V o las pruebas STARK, reflejan la percepción de que Bitcoin, por su diseño minimalista y su posición como pionero, ya eclipsó los esfuerzos de Ethereum por escalar y diversificarse.
Las dudas sobre Ethereum no solo se limitan a la comunidad en X. La firma de inversión Two Prime anunció recientemente que dejará de ofrecer productos respaldados por ETH para enfocarse exclusivamente en bitcoin. Aunque reconocen el éxito pasado de Ethereum, señalan que su reciente comportamiento errático en el mercado, la pérdida de una narrativa sólida y la falta de dirección clara han deteriorado su propuesta de valor. En contraste, destacan que BTC ha mantenido una trayectoria predecible incluso en tiempos de alta volatilidad, lo que refuerza su atractivo como activo base para estrategias de inversión y préstamos.
Las críticas hacia Ethereum también han llegado desde figuras clave del ecosistema. Charles Hoskinson, fundador de Cardano y uno de los cofundadores originales de ETH, afirmó durante una transmisión el pasado 23 de abril que la red «no sobrevivirá más de 10 o 15 años» si no corrige sus fallas estructurales. En particular, cuestionó con dureza el modelo de Prueba de Participación (PoS) adoptado tras The Merge, señalando que su dependencia del mecanismo de penalización conocido como slashing introduce fricciones innecesarias que dañan la economía interna del ecosistema.