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A diferencia de las monedas fíat, el valor de BTC no depende de gobiernos.
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Para el experimentado inversionista bitcoin es una reserva de valor inmune a la inestabilidad.
Mientras los cimientos de la economía global tiemblan bajo el peso de la inflación y la incertidumbre geopolítica, los inversionistas buscan un refugio a prueba de tormentas.
Tradicionalmente, ese refugio era el oro físico o la deuda soberana. Sin embargo, para Dan Morehead, CEO de la empresa de inversiones Pantera Capital, bitcoin (BTC) es la nueva fortaleza, porque es inmune a los cañones de la guerra y a el verbo de los políticos.
Para entender por qué un inversionista de la talla de Morehead —un «tiger cub» que se forjó bajo la tutela de Julian Robertson, creador de Tiger Magagement, uno de los fondos de cobertura más famosos de sus tiempos (años 80)— se inclina a favor de bitcoin, es crucial analizar su visión del panorama actual.
«Creo que las acciones están sobrevaloradas en relación con los rendimientos de los bonos. Y el mercado de bonos realmente no tiene salida«, afirmó durante una entrevista transmitida por Bloomberg TV.
Su diagnóstico es que con una inflación persistente y un déficit gubernamental en máximos históricos, incluso en tiempos de aparente bonanza económica, los cimientos son frágiles. «Si algo malo pasa, el déficit se dispara aún más», advirtió.
Esta tormenta perfecta hace que los mercados tradicionales sean un terreno «complicado», empujando a los inversionistas a buscar alternativas tangibles y resistentes. Es aquí donde entran los «activos duros».
Históricamente, el oro ha sido el refugio por excelencia y por eso Morehead no lo descarta. «El oro es genial, está funcionando muy bien», pero él sitúa a bitcoin en la misma categoría, calificándolo como «oro digital».
La tesis central de su argumento radica en la independencia de bitcoin de las estructuras de poder tradicionales. «No puede ser socavado por políticas, aranceles, ni guerras», declaró en medio de las tensiones geopolíticas por el conflicto en Medio Oriente y las tarifas a las importaciones impulsadas por la administración Trump.
A diferencia de las monedas fíat, que los gobiernos pueden imprimir a voluntad para financiar déficits o estimular economías, la oferta de bitcoin es finita y predecible. «No puedes imprimir más», sentenció.
Esta característica, según Morehead, representa un regreso a la «separación del dinero y el estado», una era en la que el valor no dependía de decretos gubernamentales, sino de la escasez y la confianza en un activo tangible.
El oro digital es inmune a los conflictos bélicos
Lo que el CEO de Pantera Capital ve, queda claro: es que en un mundo en el que las disputas comerciales y los conflictos bélicos pueden devaluar monedas y desestabilizar mercados de la noche a la mañana, un activo descentralizado y global se vuelve intrínsecamente atractivo.
Además, Morehead no predica un futuro en el que bitcoin reemplace por completo al dólar. Su visión es más matizada y pragmática. Se trata de diversificación y de reconocer que el panorama de las monedas de reserva está en constante evolución.
«La moneda de reserva ha cambiado muchas veces a lo largo de los años. Antes era el escudo portugués y la libra británica, ahora es el dólar. Y podría ser fácilmente una moneda digital en el futuro», explicó.
Sin embargo, subraya que no es una cuestión «binaria» de «o uno u otro». Más bien, se trata de que bitcoin está ocupando una porción cada vez mayor en las carteras de inversioinistas, instituciones e incluso gobiernos.
«No veo ninguna razón por la que [Estados Unidos] no podría almacenar la misma cantidad [que tiene en oro] en bitcoin en diez años», señaló, sugiriendo un futuro en el que los estados soberanos mantengan tanto dólares como la moneda digital pionera en sus reservas, un camino que ya parece estar en marcha, como lo ha venido reportando CriptoNoticias.
Las palabras de Morehead están respaldadas por acciones. Pantera Capital se encuentra en proceso de recaudar un nuevo fondo de mil millones de dólares, una señal inequívoca de que el apetito institucional por los activos digitales está avanzando con fuerza.
Según él, un cambio en la administración y una mayor claridad regulatoria están disipando la incertidumbre que frenaba a las grandes instituciones.
Además, distinguió el rol de bitcoin del de las stablecoins como las emitidas por Circle (en la que Pantera invirtió hace años).
Mientras que la moneda creada por Satoshi Nakamoto es un activo de apreciación para protegerse de la devaluación, las stablecoins son herramientas superiores para pagos transfronterizos y para almacenar valor sin la volatilidad de otras criptomonedas. Ambos, concluye, tienen «casos de uso realmente importantes» en este nuevo ecosistema financiero.
En definitiva, la perspectiva de Dan Morehead es la de un estratega macro que ve en bitcoin las cualidades fundamentales de un activo refugio para el siglo XXI. Estas son escasez digital, descentralización y, sobre todo, una independencia a prueba de las crisis políticas y económicas que definen nuestra era.