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El protocolo busca diferenciar humanos de bots ante el aumento de fraudes digitales.
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Mezza responde a las críticas existentes sobre la verificación con datos biométricos.
En el marco de la más reciente edición de DevConnect realizada en Buenos Aires, un evento que congregó a desarrolladores y entusiastas del ecosistema de Ethereum y las tecnologías descentralizadas, el debate sobre la identidad digital cobró protagonismo. CriptoNoticias tuvo la oportunidad de dialogar en exclusiva con Martín Mazza, gerente regional para Latinoamérica en Tools for Humanity, la empresa detrás del desarrollo tecnológico del protocolo World (anteriormente conocido como Worldcoin).
La conversación, que fluyó desde los orígenes del directivo en el ecosistema bitcoiner hasta los desafíos de la inteligencia artificial (IA), dejó un dato contundente que resalta la relevancia de la región: «Argentina tiene más de 2 millones de usuarios verificados».
A lo largo de la entrevista, Mazza desgranó no solo los números, sino la filosofía detrás del escaneo de iris, las controversias sobre la privacidad y los planes de integración con gobiernos y grandes empresas.
Martín Mazza: de bitcoin a la prueba de humanidad
Para entender la dirección de un proyecto, es vital comprender quiénes están al volante. Mazza no es un recién llegado al mundo de los activos digitales. Su incursión comenzó hace más de una década, cautivado por la propuesta de valor de bitcoin (BTC) y los inicios de los contratos inteligentes en Ethereum.
«Hace ya más de 10 años empecé a involucrarme con lo que era bitcoin en ese momento y en los inicios de Ethereum. (…) Vi que blockchain, como plataforma moldeable y tecnológica es muy bondadosa y puede empoderar muchísimo tanto a las personas como a los creadores», relató Mazza al inicio de la charla.
Su transición hacia World se dio impulsada por la curiosidad emprendedora y la búsqueda de «nuevos rieles e infraestructura financiera». Según explicó, lo que capturó su atención hace cuatro años fue la escala de la ambición del proyecto: crear una prueba de humanidad privada y anónima (World ID) distribuida globalmente.
Es importante hacer una distinción técnica que a menudo confunde al público general y que el ejecutivo se encargó de aclarar: Tools for Humanity es la empresa de tecnología que desarrolla el protocolo, mientras que la World Foundation es la entidad que lo gobierna. «Creemos mucho en la descentralización y en que el día de mañana haya más ‘Tools for Humanity’, más desarrolladores», afirmó, subrayando que el objetivo final es que la red no dependa de una sola entidad.
¿Qué problema busca resolver World?
Durante la entrevista, el foco se desplazó rápidamente hacia la utilidad real del proyecto más allá de la especulación de mercado. ¿Por qué es necesario escanearse el iris? Para Mazza, la respuesta yace en la proliferación de la inteligencia artificial y la incapacidad actual de distinguir quién está del otro lado de la pantalla.
El directivo citó cifras alarmantes: «Según una investigación de MIT Risk Assessment, el fraude relacionado con inteligencia artificial aumentó de un 6% a un 46% en los últimos 5 años. El fraude en Latinoamérica aumentó más de un 140% en el último año».
En este escenario, el World ID se presenta como una «cañería» digital que conecta aplicaciones y usuarios, certificando únicamente que el usuario es un ser humano único, sin revelar su identidad civil. Por su parte, el token Worldcoin (WLD) actúa como «la electricidad que corre por esa cañería» para facilitar el intercambio de valor.
Casos de uso de World: de Tinder a Ricardo Arjona
Uno de los puntos más interesantes del diálogo fue la bajada a tierra de esta tecnología. A menudo, los proyectos de criptomonedas se quedan en la teoría, pero Mazza enumeró integraciones que ya están ocurriendo o en fase piloto.
Mencionó alianzas con gigantes como Tinder en Japón y la comunidad de gamers Razer, donde el objetivo es preservar la integridad del juego evitando que los usuarios compitan contra bots.
Sin embargo, el ejemplo más gráfico y cercano a la cultura popular fue el relacionado con la industria del entretenimiento y el cantante guatemalteco Ricardo Arjona.
«Arjona anunció una gira mundial y sufrió la problemática de los bots: vendió un Madison Square Garden en dos horas. (…) World ID puede ser una solución a eso: humanos de Guatemala verificando su humanidad para acceder a los tickets», explicó Mazza.
Este caso ilustra cómo, según Mazza, World podría solucionar problemas tangibles como la reventa masiva de entradas, asegurando que los tickets lleguen a fanáticos reales y no a revendedores automatizados.
La privacidad y las controversias sobre World
Es innegable que World ha enfrentado resistencia y críticas, tanto de reguladores en diversos países como de defensores de la privacidad dentro del ecosistema bitcoiner. Consultado sobre el asunto, Mazza apuntó a la falta de educación sobre cómo funciona la tecnología subyacente.
El ejecutivo fue enfático al asegurar que el dispositivo Orb (que se utiliza para el escaneo ocular) no almacena datos biométricos una vez generado el código de iris. «Todavía falta que se entienda que World ID es una herramienta que preserva nuestra privacidad y anonimato», sostuvo.
Para respaldar técnicamente su afirmación, Mazza aludió al uso de pruebas de cero conocimiento (Zero Knowledge Proofs) y sistemas de computación multiparte segura (SMPC). Estas tecnologías criptográficas permiten probar la veracidad de una afirmación (como «soy un humano único») sin revelar la información que la sustenta (la imagen del iris). «Logra umbrales de privacidad y anonimato que son un nuevo estándar mundial», sentenció.
Innovación: pasaportes y la World Chain
Mirando hacia el futuro inmediato, la entrevista reveló nuevas funcionalidades que buscan expandir el ecosistema. Una de ellas es la integración con documentos de identidad gubernamentales que posean tecnología NFC, como el pasaporte argentino.
Esto permitiría «tokenizar» la credencial. En la práctica, un usuario podría demostrar en una aplicación que es mayor de 18 años o que tiene nacionalidad argentina sin necesidad de entregar una fotocopia de su documento ni exponer su dirección o número fiscal. «Nos acostumbramos a dar toda nuestra información para cosas sencillas», reflexionó Mazza, proponiendo un cambio de paradigma hacia la minimización de datos.
Asimismo, justificó el lanzamiento de World Chain, una nueva red de segunda capa (Layer 2) sobre Ethereum. En un mercado saturado de redes de criptomonedas, Mazza argumentó que esta nueva red es necesaria para «priorizar espacio de bloque para humanos». Esto significa que, ante una congestión de la red, las transacciones de usuarios verificados tendrán preferencia sobre las de bots de arbitraje, además de ofrecer sistemas de tarifas diferenciados.
Argentina como hub de desarrollo
La elección de Buenos Aires para World Build, el programa de aceleración de Tools for Humanity no fue casual. Mazza destacó que el país es un «caldo de cultivo ideal» no solo por la adopción de usuarios, sino por el talento de los desarrolladores.
El programa World Build, que trajo a 16 equipos finalistas a la capital argentina, busca incubar aplicaciones que utilicen el World ID. «Entendiendo que Argentina tiene más de 2 millones de usuarios verificados, es ideal para que estos equipos hablen con usuarios y partners«, comentó.
Además, el ecosistema local se está moviendo rápido. Mazza adelantó la visión hacia 2026, donde los pagos con QR mediante la World App podrían generalizarse. Mencionó la reciente alianza con el exchange local Ripio para lanzar el W-ARS (Criptodólar UXD), una moneda estable atada al valor del peso argentino.
«El día de mañana podrás tener una cuenta en pesos argentinos, colombianos o reales en tu World App, interoperable con cripto y dólares digitales».
Martín Mazza, gerente regional de Tools for Humanity.
Hacia los 100 millones de humanos verificados en World ID
El cierre de la entrevista dejó una perspectiva clara sobre la ambición del proyecto: alcanzar entre 100 y 200 millones de usuarios. Para Mazza, el éxito radica en la integración de esta «prueba de humanidad» en la infraestructura diaria de internet, desde redes sociales hasta sistemas financieros.
En un entorno digital crecientemente automatizado, la certificación de humanidad se perfila como un componente clave de seguridad. No obstante, el despliegue global de World avanza bajo la atenta mirada de reguladores en varias jurisdicciones, manteniendo abierto el debate en la industria.
Teniendo eso en cuenta, un desafío para el proyecto será ganarse la confianza definitiva tanto de los reguladores estatales como del ecosistema de las criptomonedas.
Mientras tanto, World sigue avanzando con firmeza con el objetivo de convertirse en un estándar de identidad para la Web3.