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Para Ojeda, no tendría mucho sentido que el gobierno de Venezuela se incline por USDT y no por BTC.
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La especialista cree que adoptar USDT sería contraproducente con la intención de unirse a los BRICS.
La abogada venezolana especializada en criptomonedas y derecho regulatorio, Ana Ojeda, calificó como «poco factible» la incorporación de tether (USDT) en los balances o reservas del Banco Central de Venezuela (BCV), en medio de las recientes informaciones que circulan al respecto.
Para Ojeda lo primero que debe quedar claro es que no hay confirmación oficial. «Esto es un rumor, no está confirmado, yo no tengo una fuente ni una persona que me haya dicho esto, pero sí veo que es una pregunta que desde hace semanas me vienen haciendo», aclaró en su cuenta en X Criptolawyer.
Ojeda señaló que, si bien Nicolás Maduro recurre a las criptomonedas para sortear sanciones y limitaciones del sistema financiero internacional, hacerlo públicamente con USDT resultaría arriesgado: «¿Qué tan inteligente sería añadir a tu tesoro una moneda que es fácilmente congelable y que una empresa puede bloquear en cualquier momento?».
La especialista recordó que «USDT no es un dólar digital», sino una stablecoin emitida por la compañía Tether, la cual mantiene una estrecha colaboración con organismos estadounidenses como FinCEN (Red de Control de Delitos Financieros), OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) y el U.S. Treasury (Departamento del Tesoro).
En la práctica, esto implica que la empresa puede congelar direcciones vinculadas a delitos, terrorismo o gobiernos sancionados, incluso sin necesidad de una orden judicial. Por ende, Ojeda señala que optar por una stablecoin como USDT resulta paradójico, ya que se trata de un activo centralizado y controlado por una empresa sujeta a regulaciones estadounidenses, lo que podría limitar la autonomía financiera del país.
De este modo, la abogada advirtió que el gobierno de Venezuela se estaría exponiendo a que sus fondos fueran bloqueados de manera unilateral: «Tether tiene un historial de estar congelando cuentas y direcciones con USDT, y muchas veces lo hace sin solicitar autorización judicial», reiteró.
Otro aspecto que despertó dudas en la analista recae en las intenciones de Venezuela de integrarse a los BRICS, una alianza de países emergentes fundada en 2019 por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, e integrada recientemente por otros países. Este organismo tiene entre sus metas la desdolarización de sus economías, por lo que la adopción de USDT iría en contra de este lineamiento.
«Criptolawyer» complementó su análisis agregando que, aunque bitcoin (BTC) también es rastreable, su estructura descentralizada y neutral lo hace menos vulnerable a bloqueos externos: «Bitcoin es para todos. Lo pueden usar dictadores, demócratas, terroristas o tu mamá. Es descentralizado, no pertenece a nadie», resaltó.
Me hace un poco de ruido, de ser esto cierto, que el gobierno de Venezuela elija USDT, ya que es básicamente sancionable y fácilmente trackeable y se puede bloquear… Ojo, y aquí hago un paréntesis, bitcoin es fácilmente rastreable, tal vez no tan fácil como otras criptomonedas, ya que añade una capa más de privacidad, no anonimato, pero es raro que se vayan por un activo que básicamente se los pueden bloquear y no por bitcoin.
Ana Ojeda, abogada venezolana.
Además, la especialista en leyes comentó que también le preguntan si podría ser factible que el Banco de Venezuela, entidad financiera que es propiedad del gobierno venezolano —no confundir con el Banco Central de Venezuela— adopte USDT en sus operaciones. Su postura es prácticamente la misma: «no veo la forma de que puedan añadir USDT y que ese USDT o las direcciones en las que esté y en las que se empiece a distribuir no sean también sancionadas», explicó.
Este escenario va en línea con la visión del economista Asdrúbal Oliveros, quien, como reportó CriptoNoticias, interpreta que el protagonismo de USDT en Venezuela forma parte de una transformación más amplia en la economía del país.
Para Oliveros, las sanciones internacionales, la caída de los ingresos petroleros y la necesidad de mecanismos financieros alternativos han impulsado tanto a empresas privadas como a entidades estatales a experimentar con activos digitales.
Oliveros también señaló que el actual uso de USDT en Venezuela se parece, en cierta forma, a la dolarización forzada, un proceso en el que el dólar estadounidense se usó ampliamente sin un marco legal formal, que vivió el país años atrás. Ahora, al recibir pagos de petróleo en la moneda de Tether, el Estado se ve obligado a establecer mecanismos para introducir estas divisas digitales en la economía.