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Bajo un estándar bitcoin, se plantea que la economía estaría guiada por la responsabilidad personal.
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BTC permitiría que la educación fomente una ética orientada a la creación de valor.
Un ensayo del Instituto de Políticas de Bitcoin del Reino Unido, titulado «2045: un mundo bajo el estándar Bitcoin», proyecta un hipotético futuro en el que el criptoactivo pionero y líder se consolida como la moneda de reserva global, transformando radicalmente la economía mundial tal como la conocemos.
Según la publicación, para el año 2045, bitcoin (BTC) habrá liberado a las personas «del robo silencioso de la inflación», haciendo que el tiempo, la energía y el dinero se valoren como recursos preciados, invertidos en una vida con propósito y en el intercambio voluntario.
El instituto, que funciona como una organización no partidista y sin fines de lucro dedicada a la defensa de bitcoin en Reino Unido, basa su previsión en consonancia con los ideales de Ludwig von Mises, Friedrich Hayek, Murray Rothbard, Ayn Rand y teorías de Robert Pirsig.
Cabe mencionar que von Mises, Hayek y Rothbard fueron especialistas asociados con la escuela austríaca de economía, la cual defiende el libre mercado, la propiedad privada y la mínima intervención del Estado en los asuntos financieros. Estos principios resuenan estrechamente con los valores de bitcoin, que promueve la soberanía individual, la resistencia a la inflación y la autonomía frente a intermediarios.
Ayn Rand, por su parte, fue una novelista y pensadora conocida por su objetivismo, filosofía que pone énfasis en la razón, el individualismo y la excelencia personal.
Complementando esta visión, resalta la Metafísica de la Calidad de Robert M. Pirsig, un razonamiento presentado en su novela Zen y el Arte del Mantenimiento de Motocicletas, el cual sostiene que la búsqueda de calidad y excelencia en el trabajo y en la vida es la fuente de significado y satisfacción.
De esta forma, en el escenario planteado en la publicación, la economía está dominada por la toma de decisiones individuales y la responsabilidad personal. La vida cotidiana gira en torno a la creación de valor consciente, ya que, al estar libres de la erosión de los ahorros causada por la moneda fíat y sin depender de subsidios pasivos, las personas aprenden a valorar su tiempo y su esfuerzo.
La vida cotidiana: calidad y propósito como prioridades
El informe sobre bitcoin destaca cómo, en esta realidad proyectada para 2045, la vida diaria ha evolucionado hacia una generación donde el tiempo se considera el capital más preciado y la gobernanza de las sociedades habrá emergido a un modelo descentralizado inspirado en el mundo antiguo:
«La gobernanza regresa a sus antiguas raíces griegas y suizas: local, participativa y sujeta a un contrato social. Los impuestos se asemejan a la contribución de una cooperativa: visibles, limitados e invertidos en objetivos comunitarios acordados. Las comunidades, tanto físicas como digitales, compiten para atraer ciudadanos productivos ofreciendo seguridad, infraestructura y justicia de manera eficiente. Si los líderes administran mal los fondos o abusan del poder, la salida es rápida: el capital y las personas se reubican fácilmente. La negociación y el deber cívico regresan como actividades nobles. Los ciudadanos debaten presupuestos, aprueban proyectos y ven los impuestos no como costos irrecuperables, sino como inversiones mancomunadas que deben generar un valor social medible».
Instituto de Políticas de Bitcoin del Reino Unido en su ensayo «2045: un mundo bajo el estándar de Bitcoin».
Por ende, se establece que la tributación sería visible, limitada y orientada a objetivos comunitarios, y los ciudadanos tendrían poder real para evaluar proyectos y presupuestos. Si los líderes fallan, «la salida es rápida: el capital y las personas se reubican fácilmente», lo que incentiva una gobernanza eficiente y responsable.
En el escenario descrito por los autores, la desaparición de los bancos centrales pone fin a la asistencia social ilimitada, reemplazada por seguros privados y formas de caridad descentralizada. De este modo, indica que las familias y comunidades retoman roles de apoyo a los ancianos, enfermos y a quienes realmente lo necesitan.
De acuerdo al Instituto de Políticas de Bitcoin del Reino Unido, bajo un estándar BTC, la educación inculcará desde la infancia una ética centrada en la creación de valor, donde la ayuda que se recibe es siempre condicional y orientada a la autosuficiencia. Gracias a las herramientas basadas en redes de criptomonedas, estos apoyos se vuelven transparentes y resistentes al fraude, lo que restaura la confianza en la asistencia social y en la caridad.
Pero no todo se presenta con un aire futurista, pues el ensayo destaca señales tempranas del escenario que proyecta: las empresas que gestionan tesorerías en bitcoin, la experiencia de El Salvador tras adoptar BTC en 2021, el auge del trabajo remoto y la expansión de los visados para nómadas digitales.
Asimismo, distingue que las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) y las comunidades locales impulsoras de blockchain prueban nuevas formas de autogobierno.
También se resalta que, en diversas economías emergentes, las iniciativas privadas están ocupando los espacios que dejan los Estados fallidos, desde clubes deportivos hasta instituciones educativas. Estas «sociedades paralelas» reflejan la disposición de las personas a invertir dos veces —primero a través de los impuestos y luego de manera privada— con tal de asegurar calidad, seguridad y oportunidades.
Precisamente, bitcoin puede entenderse como una de estas «sociedades paralelas». Aunque las personas continúan utilizando monedas fíat por imposición estatal, ante la inflación y devaluación de las mismas cada vez más recurren a BTC como alternativa sólida para resguardar su valor y realizar intercambios voluntarios.
Según el Instituto de Políticas de Bitcoin del Reino Unido, cada avance hacia herramientas de privacidad peer-to-peer y la autogestión de la riqueza digital debilita el viejo orden monetario, allanando el camino para una civilización de individuos soberanos, guiados por un dinero sólido, una gobernanza voluntaria, una cultura de calidad y un profundo respeto por el tiempo bien invertido.
Esta visión de un futuro moldeado por bitcoin conecta con reflexiones cercanas. Como reportó CriptoNoticias, Rodolfo Andragnes, fundador de la ONG Bitcoin Argentina, hace unas semanas expresó que la verdadera fortaleza de BTC radica en su capacidad de volverse cada vez más comprensible con el paso de los años.
Para él, no es necesario ser economista ni profesor de Harvard para asimilar sus fundamentos, porque «lo único que necesita bitcoin es tiempo» para que la sociedad lo entienda y lo adopte.