Este organismo se ha mostrado reacio en el pasado en cuanto a criptomonedas se refiere, pero, en cambio, ha expresado su interรฉs en la Tecnologรญa de Contabilidad Distribuida (DLT) y sus posibles aplicaciones para agilizar procesos y reducir costos. Una vez mรกs esto se demuestra gracias al discurso emitido recientemente por Yves Mersch, miembro ejecutivo de la junta del Banco Central Europeo (BCE), en la ceremonia de despedida de Pentti Hakkarainen, vicegobernador del Banco de Finlandia.
El tema principal de este discurso se centrรณ en cรณmo podrรญa ser aplicada una moneda digital bancaria, o Dinero Base Digital (DBM), que serรญa un equivalente virtual de los actuales billetes bancarios, representativos de una reclamaciรณn en el banco central. Sin embargo, Mersch deja muy en claro la posiciรณn contemplativa de esta instituciรณn, pues antes de que cualquier tecnologรญa de este tipo llegue hasta el pรบblico por su parte debe contar con ciertas caracterรญsticas fundamentales que le otorguen la suficiente seguridad y funcionalidad.
Para el BCE, el debate es principalmente analรญtico. El BCE tendrรญa que comprender en particular el impacto – positivo o negativo – del DBM sobre nuestro principal objetivo de estabilidad de precios antes de considerar su introducciรณn. Ademรกs, cualquier juicio de valor sobre la DBM debe evaluarse en funciรณn de varios principios de alto nivel, a saber: 1) seguridad tecnolรณgica; 2) eficiencia; 3) neutralidad tecnolรณgica; y 4) libertad de elecciรณn para los usuarios en medios de pagos.
Yves Mersch
Miembro Ejecutivo
Pese a que aรบn parece estar lejos de aplicarse, se exploran varias vรญas para poder lograrlo. La mรกs sencilla es permitir a los organismos no bancarios โconvertir los depรณsitos comerciales bancarios en DBM a una tasa de 1 a 1โ, aunque en este caso tendrรญan que aplicarse las regulaciones pertinentes para reducir el exceso de volatilidad en el movimiento de fondos.
Otra opciรณn que se presenta, segรบn sea la popularidad del DBM, es una sustituciรณn gradual de los depรณsitos tradicionales por este mรฉtodo, lo que a su vez requerirรญa modificaciones en las polรญticas y tasas de interรฉs del banco. Y, de modo mรกs restrictivo, se plantea la posibilidad de proveer el DBM a los organismos no bancarios รบnicamente a cambio de la venta de sus activos.
En todo caso, Mersch menciona que esta discusiรณn ahora es posible gracias a la apariciรณn de la tecnologรญa blockchain, que permitirรญa, en teorรญa, llevar a cabo cualquiera de estos escenarios, pero que aรบn requiere de desarrollo y estudios para lograr la estabilidad requerida por los bancos centrales.
Asimismo, se afirma que el BCE buscarรญa seguir โhonrando su mandatoโ, por lo que no se pretende demostrar que la banca es frรกgil e impulsar su sustituciรณn por organismos descentralizados, algo que podrรญa traer consecuencias negativas para el mercado europeo. Y, dado que se ha extendido la idea de que los bancos centrales pretenden crear una sociedad sin efectivo, Mersh tambiรฉn apunta que el DBM no serรญa el medio para lograr ese fin, sino que trabajarรญa simplemente como una opciรณn adicional, al menos en un โfuturo prรณximoโ.
Aunque no todos los expertos y territorios comparten la misma opiniรณn. En el Foro Econรณmico Mundial, de hecho, se propuso la creaciรณn de una sociedad sin efectivo con moneda digital para eliminar la corrupciรณn, mientras que paรญses como Ucrania ya estรกn en proceso de conseguir este sistema.