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La comunidad "Satoshi Somos Todos" teje una red de comercios y usuarios a través de la educación.
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La Federación Latinoamericana acelera el proceso compartiendo tácticas y evitando errores comunes.
República Dominicana irrumpe con fuerza en el mapa global de territorios con más comercios que aceptan bitcoin (BTC) como método de pago. En solo 3 meses, la nación caribeña escaló hasta el top 10 de naciones con mayor adopción, según la plataforma de medición BTC Map.
La comunidad Satoshi Somos Todos, promotora del uso de bitcoin en Santo Domingo, capital de República Dominicana, ha logrado posicionarse en el cuarto lugar mundial entre las comunidades más activas, con más de 100 comercios que ya aceptan BTC.
Emmanuel «Tokio» Fermín fundó la comunidad Satoshi Somos Todos en 2024 y, desde entonces, junto a su esposa, enfoca todos sus esfuerzos en tejer una economía circular en el país.
«Nosotros básicamente, hoy (4 de agosto) estamos celebrando que cumplimos el primer objetivo, que era crear una economía circular real, a donde las personas pudieran verdaderamente tener una experiencia bitcoiner. Nosotros decidimos que íbamos a trabajar 3 meses y en ese 3 meses como te dije ya pasamos de 65 a 115 comercios aceptando BTC. Eso significa que solo estamos en la primera etapa del proyecto».
Emmanuel Fermín, fundador de la comunidad Satoshi Somos Todos.

Samaná: un epicentro de Bitcoin con un toque orgánico
El equipo de Satoshi Somos Todos no está centrando solo en la capital del país, sino también en la creación de economías circulares en regiones clave como Samaná, Punta Cana y Monte Cristi.
Según Tokio, Samaná se está convirtiendo en un epicentro de adopción de bitcoin, con un crecimiento notable en solo un mes, pasando de 3 a 15 comercios que aceptan la moneda digital, incluyendo cuatro de los diez hoteles de la zona.
Agrega que a diferencia del turismo tradicional de «todo incluido» característico de Punta Cana, en Samaná se está desarrollando una experiencia más orgánica y única, con hoteles ubicados en entornos naturales como la selva, lo que atrae a un tipo de turismo diferente.
«Estamos creando algo muy interesante en Samaná, una economía circular de bitcoin que ofrece una experiencia más auténtica», afirmó Tokio. Para él, este enfoque redefine la oferta turística en regiones clave del país.
«Sé que quince comercios pueden parecer pocos, pero cuando cuatro de diez hoteles en una zona turística como Samaná aceptan bitcoin, sabes que algo grande está pasando», destacó Tokio.

Educación y conexión: el método detrás del éxito
El impulso de la adopción se basa en el método que está implementando la comunidad de Satoshi Somos Todos. Este consiste en educación práctica a nuevos usuarios y conectando activamente con comercios para facilitar transacciones diarias, probando la utilidad real de la moneda creada por Satoshi Nakamoto.
A nivel regional, la Federación Latinoamericana de Bitcoin acelera el proceso. Esta red, que une a más de 39 comunidades, comparte conocimientos y tácticas probadas, permitiendo que República Dominicana aprenda de las experiencias de Argentina, Costa Rica, El Salvador y otras naciones, todo con la idea de evitar errores comunes para avanzar más rápido, como lo destacó Tokio.
Y, tras una fase inicial de tres meses de «calentamiento», el ecosistema en República Dominicana ahora se prepara para un crecimiento exponencial. La hoja de ruta apunta a una expansión masiva, agregó el líder de Satoshi Somos Todos.
Para lograrlo, se planifican más programas educativos, eventos de gran escala como conferencias y cursos virtuales simultáneos para toda la región. Además, se forjan alianzas estratégicas con empresas líderes del ecosistema como Blockstream y Blink para robustecer la infraestructura. El objetivo final es consolidar una red de comercios tan amplia que usar bitcoin se convierta en una opción real y cotidiana para todos los dominicanos, tal como lo apuntan los líderes de las comunidades que crecen en su territorio.