-
Según Adam Back, personas de todas las culturas y tendencias políticas acabarán comprando bitcoin.
-
Para el empresario Josh Swihart, es falso afirmar que bitcoin está al margen del poder del Estado.
Adam Back, cofundador de Blockstream y una de las voces más influyentes del ecosistema de las criptomonedas, ha generado un debate sobre la verdadera naturaleza de bitcoin (BTC).
En una entrevista con Forbes, Back afirmó que «bitcoin es dinero apolítico que personas de todo el espectro, de diferentes culturas o inclinaciones políticas, estarán comprando», defendiendo así la idea de que el activo no está vinculado a ninguna ideología específica.
De esta forma, el desarrollador recordó que cuando Blockstream comenzó en 2014, pocas instituciones financieras mostraban interés en bitcoin. De hecho, agregó que, después de un par de años, «casi todas las instituciones financieras querían hablar de blockchain», no de la creación de Satoshi.
Así, Back señaló que hoy las empresas buscan hablar de bitcoin y facilitar el acceso al activo.
Bitcoin es dinero apolítico, quizás en la misma categoría que el oro, que no está asociado con ninguna política, era o religión, y ha existido durante miles de años. Por eso creo que BTC es efectivamente una mejor tecnología de valor… La gente de todo el espectro, de diferentes culturas o inclinaciones políticas, va a estar comprando bitcoin. Algunas personas incluso dirán que bitcoin es para enemigos. No se trata de que lo compre un grupo de amigos, sino de que lo compre todo el mundo.
Adam Back, cofundador de Blockstream.
Esta postura generó revuelo en la red social X, dando lugar a un debate que se intensificó cuando Josh Swihart, CEO de Electric Coin Co., cuestionó la perspectiva de Back.
Swihart expresó: «Esto es mentira. Si una tecnología permite que los gobiernos espíen y coaccionen, no es apolítica. Si te dicen lo contrario, te están manipulando. Bitcoin fue una innovación brillante, pero no es el final del camino. La libertad es la capacidad de moverte por tus propios términos… Encripta tu dinero».
Con estas palabras, Swihart advierte que BTC no puede considerarse completamente apolítico si su uso o funcionamiento puede ser monitoreado o controlado por gobiernos. En este punto vale recordar que bitcoin es pseudónimo, no completamente anónimo, lo que significa que todas las transacciones se registran en su red, que es pública y accesible para cualquier persona.
Además, los gobiernos pueden imponer restricciones indirectas sobre el activo, como bloquear el acceso a exchanges nacionales, prohibir la compra de bitcoin con moneda local e incluso solicitar la congelación de fondos en plataformas reguladas.
Bitcoin bajo la lupa: privacidad, control y nuevas perspectivas
El debate no se limitó a figuras reconocidas, ya que los usuarios también aportaron sus perspectivas. El inversor y programador Frank Braun recordó que, incluso en 2010, Satoshi Nakamoto mencionaba que con pruebas de conocimiento cero «sería posible una implementación mucho mejor, más fácil y más conveniente de bitcoin».

Las pruebas de conocimiento cero (zero-knowledge proofs en inglés) permiten demostrar que se conoce o se cumple algo sin revelar información adicional. En materia de bitcoin, esto significa que sería posible verificar transacciones o saldos sin mostrar públicamente detalles sobre las direcciones o montos.
Braun agregó que «los primeros cypherpunks como Hal Finney coincidían en que la privacidad de bitcoin no es suficiente», y señaló que «con la inteligencia artificial (IA) esto es especialmente cierto hoy».
Aquí conviene mencionar que Hal Finney fue uno de los primeros desarrolladores y cypherpunks involucrados en bitcoin; de hecho, recibió la primera transacción de BTC enviada por Satoshi Nakamoto.
Finney ya advertía que la privacidad de bitcoin era limitada, porque todas las transacciones quedan registradas en la red pública. Hoy, con la IA, esta limitación se hace más evidente, ya que algoritmos avanzados pueden analizar patrones de transacciones y vincular direcciones con identidades reales
Otros participantes coincidieron con esta visión. Uno de los comentarios (usuario @ashngmi) resalta: «Con la escala de la IA que se avecina, cualquiera puede rastrear direcciones hasta sus propietarios, y los gobiernos ya cuentan con información KYC de los financiadores de las wallets. No veo cómo Bitcoin puede considerarse privado».
Contraste con monedas de privacidad
Además, algunos usuarios resaltaron la importancia de la transparencia frente a las criptomonedas enfocadas en la privacidad: «Bitcoin es valioso por su transparencia, pero también es necesario evitar estafas que se presentan como privadas mientras permiten vigilancia encubierta (como Zcash). La única moneda verdaderamente descentralizada y privada por defecto es Monero; todas las demás implican ciertos compromisos».
La mención a Zcash y Monero se refiere a dos criptomonedas diseñadas con distintos enfoques sobre la privacidad. La primera permite ocultar las direcciones y montos de las transacciones mediante las ya nombradas pruebas de conocimiento cero, pero ofrece la opción de hacerlas públicas si el usuario lo desea, lo que ha generado críticas sobre posibles «puertas traseras» o supervisión encubierta.
En el caso de Monero, sus transacciones son confidenciales y no pueden rastrearse. Esto la convierte en la opción preferida para muchas personas que priorizan el anonimato, pues es más difícil de rastrear en comparación con Zcash, especialmente porque no ofrece la opción de transacciones transparentes.
Mientras algunos defensores de bitcoin lo consideran un instrumento neutral y universal, otros advierten que su integración en los sistemas financieros tradicionales podría atarlo, de forma indirecta, a decisiones políticas y regulaciones estatales. Aún así, para Adam Back, la esencia de BTC permanece intacta e incluso es comparable a la del oro: un activo que trasciende fronteras y gobiernos.