Dos médicos estadounidenses publicaron un informe que detalla un sistema basado en tecnología Bitcoin que serviría para evitar que medicinas ineficaces, que no sigan protocolos de prueba, sean lanzadas al mercado.
Un problema actual en la industria de las medicinas es que hay cambios no declarados a los protocolos de investigación de medicinas. Ha ocurrido con frecuencia que en los análisis iniciales un medicamento sea ineficaz, pero los investigadores siguen analizando los medicamentos hasta encontrar un resultado positivo, el cual es el único del que se informan, terminando siendo aprobados por error medicamentos ineficientes.
Greg Irving, de la Universidad de Cambridge, y John Holden, Médico de Medicina General, tienen un enfoque innovador para resolver este problema. En el informe que publicaron se plantea que los documentos de las investigaciones realizadas a un medicamento sean convertidos en un bitcoin para aprovechar la infraestructura de su blockchain y el consenso de la red.
El Doctor Irving dio su opinión ante la situación:
La confianza en la investigación científica se ha visto disminuida por la evidencia de que algunos datos han sido manipulados. La Declaración de Helsinki establece que todos los ensayos clínicos deben estar registrados en una base de datos accesible al público antes del reclutamiento del primer sujeto de prueba, sin embargo, a pesar de la creación de numerosos registros de ensayos, problemas tales como las diferencias entre los resultados pre-especificados y reportados, persisten.
Greg Irvin
La idea consiste en usar el sistema de protocolo original, con la diferencia de que se pretende usar dos herramientas de la red para incluir los documentos a la blockchain de Bitcoin. La primera herramienta se llama SHA256 Calculator, con la que se le dará al documento una firma digital única, luego con la herramienta Strongcoin, la firma digital del documento es convertida en una llave pública Bitcoin.
Estas transacciones estarán registradas en la blockchain, lo que permitirá a cualquier persona verificar si el protocolo ha sido alterado; generar una nueva llave pública utilizando el texto del documento al que tienen acceso; crear la posibilidad de que el usuario pueda ver si la llave generada y la del documento son diferentes; de no coincidir, se sabrá que el documento fue modificado.
De haber existido esta aplicación antes, se hubiera prevenido la aparición del Study 329, que erradamente aseguró que cierto antidepresivo era efectivo en adolescentes. El análisis posterior de 8 dosis de la droga mostró que era ineficaz en su aplicación planteada. Sin embargo, luego los investigadores analizaron 19 muestras de las que solo 4 mostraron efectos positivos en los pacientes, pero solamente reportaron estos buenos resultados, dando la falsa impresión de que la droga funcionaba.
La idea de usar la blockchain para llevar un registro de las medicinas que salen al mercado no es nueva. Accenture, por ejemplo, expresó en una reunión del proyecto Hyperledger que si se lleva un registro de las medicinas producidas, podría evitarse la venta de medicamentos fraudulentos, y así crear una cadena de distribución confiable.
Tambien, existen empresas que quieren usar la blockchain de Bitcoin para llevar un registro en una base de datos descentralizada de obras de arte, activos de gran valor, y hasta productos alimenticios. A pesar de que ya son varios los planteamientos que rondan el uso de la blockchain de Bitcoin para rastrear objetos, la idea de Irving y Holden se acerca a una ejecución real y realmente beneficiosa.