Presente en 200 países y territorios, con 42 destacadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) como miembros, el grupo humanitario Start Network se caracteriza por su velocidad de respuesta ante emergencias de pequeña y mediana escala alrededor del mundo, que frecuentemente reciben pocos fondos o son simplemente ignoradas. Por ello han mostrado interés en la tecnología blockchain desde el año pasado, cuando se unieron a la startup ConsenSys para desarrollar su propia plataforma sobre Ethereum, que les permitiría aumentar aún más su velocidad de respuesta y también reducir los costos para las transacciones. Ahora, después de una inversión de 50.000 euros por parte del gobierno de Estonia en diciembre, este proyecto ha sido retomado.
Mientras que por otros métodos, como desde agencias de las Naciones Unidas, los fondos solicitados por una ONG pueden tardar hasta 90 días en llegar —incluso si se trata de una situación de emergencia—, el Start Fund de este grupo garantiza que llegarán en un máximo de 72 horas tras la alerta. El proyecto se desarrolla en un plazo de 7 días, y concluye en 45 días. De este modo, el Start Fund ha logrado resolver crisis en territorios como la India, Afganistán y Burundi. Con la implementación de contratos inteligentes para la toma de decisiones y la distribución de los fondos, el proceso puede volverse incluso más rápido; algo necesario si tomamos en cuenta que, a pesar de que son de pequeña y mediana escala, este grupo atiende emergencias en todo el mundo.
Tal como explican en el comunicado oficial, Start Network estuvo realizando varias pruebas entre sus miembros y llegó a desarrollar una versión alfa de la plataforma basada en la blockchain de Ethereum que planeaban probar en junio de 2016, pero desde allí el proyecto se detuvo temporalmente debido a la falta de presupuesto y el rápido crecimiento del grupo, que requirió de toda su atención. Con anterioridad tanto ConsenSys como sus socios habían estado ofreciendo sus recursos de manera voluntaria, pero esta pausa les sirvió para continuar discutiendo las próximas decisiones al respecto y recaudar fondos, que finalmente llegaron por parte de Estonia, un país bastante comprometido con estas tecnologías.
Annemarie Poorterman, encargada de este proyecto en Start Network, ya había comentado al respecto.
Ahora tenemos la emocionante posibilidad de ser capaces de proveer la primera evidencia clara de que esta tecnología puede transformar el sistema humanitario, probando cómo podemos ponerla en práctica. Los principios del financiamiento de Start Network son la transparencia, la responsabilidad, la descentralización y la flexibilidad. Esos son exactamente los beneficios que las aplicaciones blockchain pueden traer.
Annemarie Poorterman
Jefe encargada de Start Fund
Próximamente estarán probando la blockchain para permitir la toma de decisiones descentralizada del Start Fund, aumentar la velocidad de los pagos utilizando contratos inteligentes y proveer una mayor transparencia con el desarrollo de su propia plataforma de transacciones. A largo plazo, Start Network planea construir la que ha denominado como una “nueva economía humanitaria”, concepto que remitiría a un sistema que permita reducir el poder de este tipo de instituciones centralizadas y otorgarlo a las comunidades e individuos que puedan resolver más rápidamente la crisis a la que se enfrentan.
Todo parece indicar que los usos humanitarios de la blockchain tendrán éxito, pues esta no es la primera vez, y seguramente tampoco la última, en que la blockchain se ve involucrada en el sistema humanitario. Buenos ejemplos de ello han sido AID:Tech y BitGive, mientras que los creadores de The DAO le están dando una segunda oportunidad a esta plataforma orientándola hacia la caridad.
Imagen Destacada: Start Network