Las ayudas humanitarias lideradas por organizaciones internacionales, como la ONU, gobiernos, compañías y fundaciones se han convertido en el mecanismo que busca erradicar las diferencias sociales y brindar un apoyo al más desahuciado. No obstante, aunque estos proyectos están cargados con un fin ético, no siempre los medios que hacen posible dichas empresas son transparentes; situación que provoca que entre el 30% de las ayudas humanitarias no lleguen a su destino, según declaraciones del presidente de la ONU, Ban Ki-moon.
Debido a este panorama una fundación holandesa dedicada exclusivamente a la caridad ha decidido utilizar las tecnologías de contabilidad distribuida para ofrecer mayor transparencia y auditabilidad al ecosistema humanitario. La Fundación Opakeco desarrolló una plataforma que trabaja con los contratos inteligentes de Ethereum donde cualquier interesado puede comprar criptoactivos, los Karmo token, para formar parte del proyecto.
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Opakeco tiene el objetivo de generar un lugar digital donde las causas humanitarias pueden lograr ser más transparentes y contables, respondiendo a las características propias de las herramientas blockchain. De esta manera, todos los participantes pueden tener control sobre las decisiones de la fundación operando a través del voto tal cual una comunidad distribuida.
Asimismo, los colaboradores podrán apoyar, monitorear, e incluso comunicarse con cualquier misión u organización benéfica afiliada a la plataforma, constituyéndose como un verdadero medidor de transparencia para los proyectos de ayuda humanitaria con miras a alcanzar una ética y moral plena; dos propiedades que considera el proyecto indispensables a la hora de obras caritativas:
Siempre ha sido teóricamente posible tener una supervisión completa de las buenas causas. En la práctica, la Fundación Opakeco ha aprendido que este nunca es el caso. Con el tiempo, sin embargo, La viabilidad de hacer realidad esta visión ha crecido a pasos agigantados con la venida de la tecnología blockchain, la transparencia digital podría ser alcanzada. Y ahora con los contratos inteligentes de Ethereum y la posibilidad de emitir criptoactivos, la Fundación Opakeco finalmente tiene herramientas para hacer su visión una realidad.
Fundación Opakeco.
Blockchain: una herramienta caritativa
Ya con anterioridad las tecnologías de contabilidad distribuida se han perfilado como una herramienta que podría potenciar la eficiencia de los proyectos humanitarios y brindar mayor transparencia, contrarrestando la corrupción del ecosistema. Mientras Opakeco ofrece una plataforma para las organizaciones benéficas y sus colaboradores, otras tantas agencias han decidido implementar soluciones DLT a sus propias y exclusivas misiones.
Por ejemplo, recientemente la Organización de Naciones Unidas (ONU), por medio de su agencia afiliada, el Programa Mundial de Alimento (WFP), inauguró su proyecto «Construyendo Bloques»; iniciativa que usa la blockchain de Ethereum para llevar financiamiento directo y un plato de comida a todos los refugiados sirios de Jordania y Pakistán.
El proyecto que tiene las expectativas de ayudar a más de 10 mil refugiados alrededor de todo el mundo y alcanzar el objetivo de hambre cero de la ONU, funciona por medio de un teléfono inteligente que posee acceso a la blockchain permitiendo que cada una de las transacciones desembolso de comida o financiamiento realizada por los proveedores a los beneficiarios sea almacenada y verificada con el fin de evitar cualquier fraude.
El sistema DLT de la ONU busca generar mayor transparencia en la organización, lugar donde se han perdido tan sólo 12,2 billones de dólares destinados a ayuda humanitaria debido a la corrupción, según datos del Foro Global Policial. Es debido a las mismas capacidades que han seducido a la Fundación Opakeco, que las Naciones Unidas está discutiendo una implementación a gran escalada de tecnologías de contabilidad distribuida en sus sistemas internos y externos con miras a convertir a blockchain en una herramienta humanitaria transparente.
La famosa e-commerce China, Alibaba, también lanzó su propia plataforma de caridad operada con blockchain, el sistema AntLove de la filial Ant Financial Services que permite donaciones desde la red de pago de Alibaba. Este movimiento fue realizado por la empresa con el objetivo de recuperar la credibilidad en el sistema de donaciones asiático luego de un escándalo de manipulación de datos y fondos.
Otras empresas se han ido directamente a las monedas criptográficas considerándolas un método global y accesible para motivar más donaciones. Nokia planeó en el 2016 recolectar criptomonedas para equipar y mejorar las escuelas de América Latina. Por otro lado, la empresa Fidelity Investments permitió a su brazo caritativo donaciones de bitcoins para más de 200.000 obras de caridad afiliadas a la plataforma.
Sobre este fenómeno en especial, Fidelity Charitable informó que se han donado 796 millones de dólares en criptoactivos a instituciones benéficas en los Estados Unidos en el 2016, una cifra récord que apunta a un aumento de donaciones y de uso de monedas descentralizadas para fines caritativos.
En este panorama, incluso la comunidad blockchain ha decidido participar y decidir en el mundo de la ayudas humanitarias por medio de la iniciativa de caridad de DAO, la Organización Autónoma Descentralizada que opera en Ethereum. A diferencia del sistema DLT de la ONU que se incorpora a su ya planeado proyecto de ayudas y del monitoreo a terceros de la Fundación Opakeco, DAO propone que además de realizar donaciones todos los participantes pueden votar por las causas que realmente consideran necesitan de las donaciones, dándole mayor autoridad y autonomía a los fondos de los donantes.
Unido a estas iniciativas ya mencionadas, son muchas las organizaciones benéficas que han puesto sus ojos en las tecnologías de contabilidad distribuida y están investigando para aplicar dichas soluciones de forma correcta en sus servicios, ejemplo de ello es el Banco Mundial que ha lanzado un laboratorio dedicado a DLT.