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La cotización del petro se basa en un 50% en el valor que tenga el crudo venezolano en el mercado.
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El precio del PTR sigue, en teoría, en 60 dólares, aunque el libro blanco prevé actualizaciones.
Durante las últimas semanas el precio del petróleo en los mercados internacionales ha caído estrepitosamente debido a múltiples factores, entre ellos la paralización de la economía por coronavirus y la falta de capacidad de almacenamiento por oferta excesiva. El episodio cumbre de precios en este mercado ocurrió el pasado lunes cuando los contratos a futuros del WTI cotizaron por debajo de cero dólares por primera vez en la historia.
La situación está afectando especialmente a los países petroleros como Venezuela que hasta promueven un proyecto de criptomoneda, el petro (PTR), cuyo precio en teoría está relacionado con el mercado de esta materia prima. Sin embargo, lo que ocurre no está afectando su cotización oficial, establecida en su libro blanco en 60 dólares estadounidenses.
En este punto surge la pregunta: ¿por qué el petro no ha sido afectado por el desplome del precio del petróleo? La respuesta tendría su origen en la naturaleza de imposición o de uso por decreto que el gobierno de Venezuela le ha dado al proyecto y no como una alternativa que siga las leyes de la oferta y la demanda del mercado.
En el libro blanco quedó asentado que el respaldo del petro sería una canasta de commodities que incluyen petróleo, oro, hierro y diamantes, con una relación de 50% para el crudo, 20% para el oro, 20% para el hierro y 10% para los diamantes.
El precio se calcularía con una fórmula matemática y la sumatoria de dichos valores. No obstante, esto podría ser una contradicción ya que el paper también dice que el «valor inicial del Petro estará fijado en los USD 60 como ha sido definido por nuestro Presidente Nicolás Maduro Moros». Es decir, la ponderación no está atendiendo sus propios cálculos matemáticos basados en los precios de las materias primas escogidas, sino que está atada, a discreción, a un decreto presidencial.
En el documento se admite que si el valor del petro oscila a la par del petróleo no se puede esperar que cumpla con su papel como divisa, ni que compita con el dólar. Los promotores del petro también admiten que el mercado petrolero es especulativo y que esas oscilaciones «pueden disminuir el atractivo por el petro». Para minimizar esa situación, el proyecto ve necesario que el precio del petro tenga menos volatilidad que la del petróleo. La interrogante sería entonces ¿cómo se logra eso?
La respuesta sería mantener su cotización original establecida por decreto, atada al dólar de los Estados Unidos. Esto sin considerar las variaciones de la canasta de commodities, que precisamente son cuatro para proteger el precio ante una eventual caída de una de ellas.
«Catálogo» de precios
A raíz de todo este panorama, el petro refleja un abanico de cotizaciones que varían enormemente, según la fuente a consultar. El libro blanco señala que son 60 dólares, el Banco Central de Venezuela (BCV) también dice que son 60 dólares, pero la plataforma de intercambio Patria señala que un petro vale 6.446.077 bolívares, que al tipo de cambio oficial del BCV, de este miércoles 22 de abril (129.093 bolívares), serían 49,9 dólares.
Esta última cotización fue corroborada por CriptoNoticias al ingresar a la plataforma y tratar de colocar una solicitud de intercambio por 0,1 PTR.
El sitio web del Banco Venezuela, propiedad del Estado, indica que un petro vale 5.068.895 bolívares por unidad, o lo que es lo mismo unos 39,2 dólares. La petro calculadora, de la página oficial del petro, muestra que 1 petro es igual a 7.583.621 bolívares, unos 58,7 dólares.
La situación es más evidente en las casas de cambio de criptomonedas venezolanas que operan con petros y que están autorizadas por el gobierno. En estas las cotizaciones entre pares, en ocasiones, han estado muy por debajo del 50% del valor nominal de un petro.
Incluso en servicios P2P como LocalBitcoins o Hodl Hodl también se han presentado ofertas de comercios con petros, aunque a un precio inferior al 50% de lo que en teoría vale un PTR, lo que evidencia que en los mercados secundarios hay una depreciación implícita que no sigue los decretos gubernamentales, sino que está relacionada a la oferta y a la demanda.
Actualización de los 60 dólares
En Venezuela muchos de los servicios públicos o de Estado están anclados al petro. Por ejemplo, la emisión de pasaportes está sujeta a las variaciones de la moneda, al igual que los servicios que prestan las notarías, los registros públicos, instituciones portuarias o aeroportuarias. Sin embargo, ninguna de las instituciones o el propio gobierno ha hablado de ajustar precios a la baja por la caída del petróleo y su efecto en el petro.
Aunque la cotización oficial del petro tampoco evidencia una variación por decreto, el libro blanco sí la contempla al decir que su valor se actualizará «por un índice que estará compuesto por una canasta de los commodities representativos de la riqueza del subsuelo venezolano». Es decir, que para estos casos en los que los precios de las materias primas presenten fluctuaciones, ya está asentado que el valor de la moneda debe ajustarse, algo que el gobierno aún no ha asumido ya que representaría un recorte de ingresos.
Para el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma consultora Ecoanalítica, el petro es una decisión arbitraria del Estado y eso no necesariamente se va a traducir en que los trámites de la población se van a reducir. El ejecutivo señaló, este miércoles en entrevista radial, que el valor del petro lo pone el gobierno a su conveniencia, dependiendo de su propia dinámica.
«Veo poco probable que todas las cosas que están atadas al petro terminen reduciéndose, buscarán la fórmula o lo dejarán intacto, pero no necesariamente eso va a moverse como se mueve el petróleo (…) el diseño es bastante arbitrario en función de cómo se fije este valor del petro. No necesariamente vamos a sentir que muchos de los trámites que enfrentamos día a día, y que hoy están indexados a ese valor del petro, vayan a cambiar sustancialmente hacia la baja», dijo Oliveros, quien argumentó que el principal elemento en contra es la caída brutal de una de las principales fuentes de ingresos del país.
Esta inamovilidad de facto en el precio del petro contrasta con lo que ocurre, por ejemplo, con los mercados de bitcoin, en donde el precio varía de acuerdo a la oferta y a la demanda de la criptomoneda. Esto genera fluctuaciones, pero están basadas en lo que decida un colectivo que constantemente compra o vende un criptoactivo y no a una autoridad única central que establece el precio de una moneda por el historial que demuestra una materia prima en particular.
Las diferencias del petro con otros proyectos de criptomonedas es que el primero es impulsado por un gobierno nacional, centralizado y con un desarrollo cerrado, no abierto a la comunidad, algo que va en contra de lo ya establecido en el ecosistema.
El que el petro no actualice su cotización oficial dejaría ver que las fórmulas matemáticas de su libro blanco, para calcular su precio, estarían cumpliendo en realidad un formalismo ya que su valor lo determina el propio gobierno considerando aspectos políticos.