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90% reconoce que se está explorando el uso de cadena de bloques para implementar el sistema de pago.
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Hay mucha preocupación por el grado de impenetrabilidad que es capaz de ofrecer la cadena de bloques
El estudio que Accenture Mobility llevó a cabo entrevistando a ejecutivos de 32 entidades bancarias de Estados Unidos, Canadá y Europa durante los meses de agosto y septiembre de 2016, señala los temores o barreras que tiene la industria a la hora de adoptar la tecnología Blockchain. Aún cuando la gran mayoría, el 90%, reconoce que se está explorando en el uso de la cadena de bloques para implementar el sistema de pagos, también se señalan los fantasmas que suelen indicarse en otros niveles de la organización.
Como obstáculo para que se dé el salto definitivo de Blockchain al centro del sistema de pagos, el 63% de los consultados argumenta las incertidumbres de la inexistencia de un marco regulatorio mínimamente común entre países y el 56% señala que podría poner a la entidad en difícil situación con respecto al cumplimiento de las leyes de algunos países. Así las cosas, se observa que las dos principales resistencias tienen que ver, desde uno y otro polo, con el hecho de que las leyes van bastante por detrás de la realidad.
El siguiente aspecto, apuntado por el 31%, es la seguridad. Como se dice en el informe del estudio, las innovaciones tecnológicas en el sistema bancario tienen que llegar con la seguridad al frente. Hay mucha preocupación por el grado de impenetrabilidad que es capaz de ofrecer la cadena de bloques. Los bancos ofrecen confianza y, para ello, han de confiar plenamente en estas innovaciones antes de pasar de las fases de experimentación y exploración a la de implantación.
Hablando de cierta desconfianza, especialmente fundamentada en el desconocimiento que se tiene de la tecnología de la cadena de bloques, el 25% sostiene que para explicar por qué no se pone en marcha esta innovación por parte de las entidades bancarias, a pesar de que los defensores subrayan su alto rendimiento, se encuentra la falta de apoyo interno, como en la ausencia de una red de entidades financieras decididamente dispuestas a adoptarla conjuntamente.
El informe señala que el menor problema está situado en los costes que conllevaría la extensión de Blockchain en las entidades. Únicamente el 19% objeta que éste sería el problema.
A pesar de todas estas resistencias, en la mayor parte de las organizaciones consultadas se han formado equipos para explorar las posibilidades de Blockchain. Nadie quiere quedarse atrás; pero sólo los valientes empiezan a romper los miedos y dar pasos hacia delante.