Recientemente, el Banco Central de Canadá publicó un nuevo estudio centrado en el dilema de la emisión de monedas digitales por parte de bancos centrales.
El documento, escrito por Walter Engert y Ben SC Fung, lleva por título Moneda digital del Banco Central: Motivaciones e implicaciones. Comienza analizando las motivaciones que puede tener un banco central para emitir una moneda digital, entre los que se menciona la reducción de las tasas de interés de referencia, mejorar la estabilidad financiera y disminuir el riesgo agregado, así como coartar las actividades criminales.
Una Moneda Digital de Banco Central (CBDC por sus siglas en inglés) es el valor monetario de una entidad financiera almacenado como una ficha digital que representa los pasivos del banco (como las reservas de una nación, por ejemplo) y que se puede utilizar para transacciones comerciales, como una alternativa centralizada a las criptomonedas.
Los autores evalúan los pros y contras de las CBDC, las que podrían ser más atractivas tanto para los consumidores como para los criminales, siendo una alternativa que a la larga podría alcanzar más valor que los billetes en efectivo, pero que a su juicio no los sustituiría por completo.
Respecto a la estabilidad financiera, los autores afirman que las CBDC podrían mejorar significativamente el comercio minorista de pagos, pero no tendrían grandes beneficios para los pagos de mayores cifras. De igual forma, opinan que si no se emplean medidas regulatorias adicionales, los delincuentes podrían aumentar su actividad delictiva.
El texto también menciona el anonimato de las transacciones, el cual no podría ser establecido por completo, ya que de lo contrario se fomentaría la actividad delictiva usando esta tecnología, aunque admiten que esto podría reducir la demanda de las monedas digitales.
En relación con las monedas digitales privadas, los autores advierten que éstas deben ser supervisadas continuamente:
La supervisión continua y la investigación en relación con la adopción y posibles implicaciones de las criptomonedas privadas también sería útil, así como trabajar más en lo que sería la interacción de CBDC, la política monetaria y la estabilidad financiera en diversos entornos institucionales
Walter Engert y Ben S. C. Fung
Algunos de los países que se encuentran evaluando el lanzamiento de su propia moneda digital son el Banco Central de China, el Banco Central de Ucrania, El Banco Central de Sudáfrica y ciertos bancos privados de Japón.
Con anterioridad, el Banco Central de Canadá se pronunció con respecto al uso de las criptomonedas, afirmando que la adopción de las mismas podría reducir su volatilidad y el valor de cambio de cada una podría reducirse. De igual forma, han explorado las implicaciones de la circulación simultánea de monedas digitales privadas y estatales y cómo el doble consumo podría afectarlo.