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Europol incautó bitcoin por un valor superior a los 25 millones de euros.
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Según las autoridades, el servicio era utilizado por bandas de ransomware y mercados de la darkweb.
Autoridades europeas desmantelaron Cryptomixer, un servicio dedicado a la mezcla de bitcoin (BTC) y criptomonedas, por encontrarse bajo la ilegalidad y ser sospechoso de facilitar el ciberdelito y el lavado de dinero.
El operativo, realizado en Zúrich (Suiza) entre el 24 y el 28 de noviembre, fue coordinado por fuerzas policiales locales y de Alemania, con el apoyo de Europol, según comunicó el 1 de diciembre.
Durante la intervención, los investigadores tomaron control total de la infraestructura del servicio. En Suiza fueron asegurados tres servidores junto con el dominio web de Cryptomixer, lo que permitió desactivar por completo la operación.
Además, los agentes confiscaron más de 12 terabytes de datos y con bitcoin valorado en más de 25 millones de euros (EUR). Esto equivale a alrededor de 29 millones de dólares estadounidenses (USD).
Cryptomixer operaba como un «mezclador» de activos digitales, una herramienta que combina fondos de múltiples usuarios durante un tiempo prolongado y los redistribuye. Este mecanismo, según Europol, había convertido a la plataforma en una opción habitual para actores criminales que buscaban camuflar los ingresos obtenidos en actividades ilegales.
Una investigación que evidencia un desafío mayor
De acuerdo a las autoridades, el servicio era utilizado por grupos de ransomware, foros clandestinos y mercados ilegales de la dark web. Su software eliminaba de manera efectiva cualquier vínculo entre los fondos depositados y sus dueños originales, dificultando la trazabilidad de las transacciones.
El comunicado oficial de Europol señala que, desde su lanzamiento en 2016, Cryptomixer habría movido más de EUR 1.300 millones en bitcoin —USD 1.509 millones—. Estos montos estarían vinculados a delitos como tráfico de drogas y comercio ilegal de armas.
Desde la agencia sostienen que el servicio funcionaba como una etapa intermedia del proceso de lavado, antes de que los fondos «limpios» fueran transferidos a exchanges de criptomonedas o convertidos en dinero fíat mediante cajeros automáticos y cuentas bancarias.
El caso Cryptomixer se enmarca en un escenario más amplio que preocupa a Europol. Como reportó CriptoNoticias, el organismo advierte que, aunque la mayoría de los usos de las criptomonedas no son ilícitos, su explotación con fines delictivos está volviéndose cada vez más sofisticada.