La compañía de minería de criptomonedas estadounidense Giga Watt ha sido demandada luego de ofertar activos que presuntamente debieron haber sido registrados ante la SEC.
Giga Watt es una compañía ubicada en Washington que ha sido acusada ante la Corte del Distrito Este de Washington por haber incumplido en los tiempos estipulados para la entrega de sus productos y por realizar una Oferta Inicial de Moneda (ICO) sin haber registrado los valores ofrecidos ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC). El demandante afirma que un gran número de personas han sido afectadas al no haber recibido los tokens y equipos de minería prometidos a cambio de su inversión, alegato que se han encargado de difundir por las redes sociales de la compañía, incluido Facebook. La demanda solicita la devolución del capital a los inversionistas.
En el documento legal, el demandante figura como StormsMedia, LLC, quien reclama a nombre propio y en representación de otros afectados bajo la forma de una demanda colectiva.
En conjunto, la inversión suma un aproximado de 20 millones de dólares en bitcoins y ethers para el momento en que se hizo la Oferta Inicial de Moneda entre junio y agosto del año pasado. En la actualidad la cifra asciende a casi 100 millones de dólares invertidos, con el precio de bitcoin en 15 mil dólares.
La defensa de Giga Watt trabajó con la firma de abogados Perkins Coie antes de la oferta inicial, para que los tokens ofrecidos no fueran considerados como valores. Sin embargo, los demandantes desestimaron esto, y sostienen que debió haber un registro previo ante la SEC.
Dave Carlson, veterano de la minería, es el fundador de Giga Watt, y su proyecto afirmaba cumplir con los ideales de descentralización de la blockchain, al involucrar a muchas personas con bajo capital en la actividad de minado de criptomonedas, frente a aquellas grandes compañías que monopolizan el mercado actualmente.
Giga Watt pretendía que los tokens representaran el derecho de sus compradores a utilizar las instalaciones mineras de la empresa durante un tiempo determinado a modo de alquiler, pero sin poseer los equipos. También la oferta prometía el mantenimiento de equipos y suministros instalados en los espacios de los solicitantes, quienes cedían un espacio para que otra persona minara. La ICO planeaba vender un total de 30 millones de Giga Watt Tokens a 1$ cada una.
Sin embargo, según asegura el demandante, la entrega de los tokens adquiridos durante la oferta ha sido demorada por Giga Watt en diversas oportunidades, así como también los equipos de minería comprados y el poder de procesamiento alquilado. Esto aunado a las promesas de la compañía en su Libro Blanco de que el precio de las monedas adquiridas se revalorizarían enormemente una vez lanzado el proyecto, lo cual tampoco ha sido cumplido.
Esta no es la primera vez que se presenta una demanda a una empresa tras haber realizado una ICO, alegando incumplimiento con los estatutos de la SEC. Así ha sucedido en el caso de ATB Coin; el proyecto promocionado por el boxeador Floyd Mayweather, Centra Tech; y el polémico caso de Tezos. Es probable que nuevas demandas de este tipo sigan apareciendo en los meses venideros.