Uno de las disputas judiciales más infames relacionadas a la historia de Bitcoin vuelve nuevamente a la palestra. Tras haber sido condenado a cadena perpetua en junio de 2015 bajo supuestos cargos de tráfico de drogas, lavado de dinero e intento de asesinato, el creador de este portal de la DarkNet, Ross Ulbricht, podría ver su condena reducida en los meses venideros.
El 12 de enero del presente año, la defensa de Ulbricht introdujo un documento de apelación solicitando un nuevo juicio en el Segundo Circuito de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos. Esto con el fin de rechazar la sentencia de la Juez de Distrito, Katherine Forrest, que declaraba al hombre de 31 años culpable de los 7 cargos que se le acusaban, entre los que se incluía la supuesta contratación de un asesino a sueldo, hecho que nunca se pudo comprobar.
Este caso paradigmático puede dar luces sobre los niveles de corrupción que se esconden en el sistema judicial estadounidense. La sentencia de Forrest aparece a clara vista como un intento de realizar un castigo ejemplar para evitar la proliferación de más mercados de este tipo en la Internet Profunda, pretensión que ha caído en un evidente fracaso al existir muchas réplicas a este pionero portal en las capas más oscuras de Internet.
Durante el desarrollo del juicio, la juez de distrito se negó a admitir evidencia introducida por el abogado defensor de Ulbricht, Joshua Dratel; evidencia que, de haber sido contemplada, pudo suponer un giro en la sentencia. En primer lugar, resaltan las extorsiones de las que fue víctima Ulbricht por parte del agente del Servicio Secret, Shaun Bridges, y el agente de la DEA, Carl Force. En su momento, la Juez Forrest evitó que la defensa presentara evidencias relacionadas a los agentes corruptos en el juicio, luego de que el gobierno dijera que se necesitaba mantener en secreto la investigación de corrupción.
Por otro lado, la juez permitió que se agregaran como evidencia 6 muertes por sobredosis de supuestas drogas compradas en Silk Road, pruebas que la defensa de Ulbricht rechazó pues el hombre no vendía narcóticos; tan solo creó la plataforma para su intercambio en la red.
Nuevos jueces se pronuncian
A casi 10 meses de haberse introducido la apelación, el jueves 6 de octubre tuvo lugar una audiencia en el Circuito Segundo de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos, en la que un panel de jueces planteó la posibilidad de reducir la sentencia de quien administrara Silk Road bajo el pseudónimo ‘Dread Pirate Roberts’, por considerar que su condena era excesiva.
En un inesperado giro de los eventos, los jueces encargados de la audiencia se mostraron suspicaces ante las condiciones en las que fue sentenciado. El Juez Christopher Droney preguntó al gobierno si no le parecía “inusual” que un hombre de poco más de 30 años y sin historial criminal de ningún tipo fuera condenado a cadena perpetua; mientras que el Juez Gerard Lynch cuestionó los testimonios de los padres de las víctimas de sobredosis, declaraciones que pudieron causar un ‘sobrecargo emocional’ en el jurado.
Con respecto a la supuesta contratación de sicarios, lo cual fue una evidencia fundamental para la sentencia de Forrest, Dratel señaló que no existe ninguna evidencia que pruebe que los asesinatos hayan sido llevados a cabo ni que el dinero haya sido pagado. Esto fue admitido por el juez Lynch, al momento en el que reconoció que “una cosa es decir en un chat de fantasía, sabes, ‘me gustaría matar a todas las personas que no me gustan’. Es algo distinto a realmente pagarle dinero a alguien”. Con todo, Lynch estableció que las conversaciones en el chat demuestran un “comportamiento extraordinariamente perturbador”. Ante esto, Dratel alega que los asesinatos por encargo de todos modos, por lo general, conllevan una pena de diez años, no perpetua: “los asesinos no reciben cadenas perpetuas, personas que realmente cometieron asesinatos”.
Si bien los jueces consideraron injusta la cadena perpetua, esto no significa que se hayan mostrado favorables a Ulbricht. Con referencia al alegato de Dratel sobre la posibilidad de que los agentes corruptos hayan forjado evidencia para incriminar a Ulbricht, las autoridades judiciales continuamente le preguntaron si tenía pruebas de esto pues “incluso a la NSA la pueden hackear”. Ante esto, Dratel protestó la negativa a su solicitud de llamar a testificar a un experto en la materia.
Además, respecto a la imposibilidad de presentar al juicio la evidencia de la corrupción de los agentes, los jueces cuestionaron si esto realmente pudo haber cambiado el veredicto, conociéndose que Ulbricht fue arrestado en el 2013 con las manos sobre su laptop iniciada en la página de administrador de Silk Road, mercado que permitía comprar con bitcoins.
A pesar de que la audiencia no arrojó ninguna decisión concreta respecto a la reducción de la pena que pesa sobre Ulbricht, el hecho de que la justicia estadounidense preste oídos nuevamente a este caso y que los jueces participantes hayan admitido que la cadena perpetua excede a los crímenes cometidos, arroja nuevas esperanzas para que Ulbricht no pase el resto de sus días tras las rejas.
Se conoce que el Distrito Sur de Nueva York, donde la audiencia de Ulbricht tuvo lugar, tiene la reputación de aminorar las sentencias, con un promedio de 75% de casos en los que reducen las sentencias federales. Pese a ello, parece importante que la defensa de Ulbricht haga hincapié en lo excesivo de la sentencia juzgada por Forrest, punto en el que los jueces de la audiencia se mostraron más favorables.