Un agente del Servicio Secreto de Estados Unidos que robó dinero resguardado por el gobierno en una investigación sobre el caso Silk Road, es sospechoso de haber robado aún más dinero relacionado con el caso. Según indican archivos develados por una corte del estado de California el jueves pasado y que fueron reportados por la agencia Reuters.
Con los nuevos argumentos presentados en su contra, se cree que el agente Shaun Bridges pudo haber robado un monto en bitcoins superior por el que fue condenado a prisión. El movimiento de fondos se calcula que fue realizado tres meses antes de que la agencia de inteligencia revocara el acceso de Bridges a la cuenta bancaria de donde extrajo el dinero.
Según el documento publicado en dos partes (Exhibit A y Exhibit B), el Departamento de Justicia se enteró en abril de 2015 que Bridges podría haber conservado una contraseña que le permitía el acceso a la cartera que contenía los bitcoins. La autoridad judicial increpó oportunamente a la agencia para que trasladara los fondos hacia otra cartera.
«Desafortunadamente, el Servicio Secreto de Estados Unidos no movió los fondos y luego estos fueron robados, algo que solo se supo hasta que una corte ordenó pagar con parte del dinero robado a quienes fueron afectados por el caso», indica el investigador en el documento. Los bitcoins fueron sustraídos en julio del 2015 y no fue sino hasta diciembre que descubrieron el robo.
Los ex agentes Shaun Bridges y Carl Force, agentes de la División de Lucha contra las Drogas, se encuentran cumpliendo condena a seis años de prisión luego de declararse culpables por los cargos de lavado de dinero y fraude bancario. Condena impuesta tras ser señalados de haber robado cerca de 700.000 dólares mientras se encontraban trabajando como agentes de la investigación del caso Silk Road liderado por el Distrito de Maryland, Baltimore.
Force era el agente encubierto que se comunicaba con Ross Ulbricht, y Bridges, experto y forense informático. Ambos abusaron de su condición de agentes involucrados en el caso y formaron parte de un esquema que a través del fraude bancario, la extorsión y el robo; los enriqueció con el dinero implicado en el caso. Los fondos extraídos fueron transferidos luego a carteras electrónicas de la criptomoneda y «lavados» a través de la casa de cambio BTC-e.
Según señala el autor de este documento, el juez Timothy J. Sullivan, las transacciones en la blockchain de Bitcoin fueron estudiadas minuciosamente y la casa de cambio BTC-e colaboró con la investigación proporcionando datos sobre el usuario que realizó la transacción. El agente que redactó el documento señala haber descubierto que todas las transacciones fueron hechas desde una IP de dirección desconocida y anónima, utilizando el software TOR.
La cuenta de correo branstein.gustaf@outlook.com recibió 1.606,6497 BTC a la dirección provista por la casa de cambio el 28 de julio de 2015; para el 29 de septiembre de ese año, este usuario extrajo todas las criptomonedas hacia otras carteras, en más de 17 transacciones con un valor aproximado de 100 bitcoins cada una.
Posteriormente, el investigador determinó que las monedas habían sido depositadas en el servicio SharedCoin, especializado en mezclar las monedas de sus usuarios con la finalidad de despistar a quien investigue su procedencia y/o ubicación. De haber robado la suma de bitcoins en cuestión, Shaun Bridges habría extraído cerca de 1 millón y medio de dólares en total.
La investigación de Silk Road fue realizada por diferentes agencias de seguridad de Estados Unidos como el FBI, la DEA y el Servicio Secreto. La investigación derivó en el cierre del mercado Silk Road y en el arresto de Ross Ulbricht, quien ahora cumple una condena de cadena perpetua por manejar la casa de venta que permitía el contrabando de armas y drogas.