El proyecto de ley para estudiar la tecnología blockchain aplicada al sistema electoral del condado de Maine en Estados Unidos fue rechazado esta semana luego de haber sido discutido por los legisladores del estado.
Según fuentes oficiales, el plan ha sido archivado en los documentos de la legislatura como clausurado luego de que fuese rechazado por el ente gubernamental. El proyecto de ley fue introducido el pasado nueve de marzo por el senador Eric Brakey del partido republicano en búsqueda de actualizar e innovar el sistema de votación existente en el estado de Maine, así como también para estudiar los posibles alcances de esta tecnología aplicada en comicios electores.
El plan constaba con 11 reguladores que evaluarían los resultados de la tecnología de contabilidad distribuida en este aspecto, así como también estaba pautado que la ley fuese deliberada con urgencia en vista de que las elecciones en el condado se realizarán el próximo año. Al parecer, se quería utilizar la blockchain en estos próximos comicios; idea que se ha venido abajo debido a la negativa. Las razones de la misma no se especifican.
Por otro lado, recientemente países de distintas latitudes del globo y empresas variopintas han decidido enfocar sus estudios en la aplicación de la tecnología blockchain para los sistemas electorales. Debido a sus múltiples beneficios de registro, verificación y seguridad, se ha convertido en una solución estable y prometedora para ofrecer procesos de votación seguros, transparentes y más democráticos que podrían ayudar en votaciones cerradas y de gran conflicto como por ejemplo las que se celebraron en Ecuador este mes.
De esta manera, el Parlamento Europeo ha empezado a plantearse la posibilidad de utilizar blockchain para unas elecciones más justas, y asimismo Corea del Sur ha realizado pruebas de aplicación en las votaciones de una de sus provincias. Mientras tanto, grandes grupos financieros, como el grupo TMX, han adoptado a blockchain para sus sistemas internos con vistas a lograr elecciones a larga distancia y en corto tiempo, así como compañías de inversión como Fidelity y startups como XO.1, que también han apostado por desarrollar sistemas que fortalezcan la participación democrática.