Hechos clave:
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Conversamos con el cofundador de Bitpatagonia, empresa minera argentina.
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Se trata de un proyecto en Tierra del Fuego con dos granjas de minería de criptomonedas activas.
Bitpatagonia puede considerarse como uno de los proyectos de minería de criptomonedas más relevantes de Latinoamérica. Con dos granjas ubicadas en la provincia de Tierra del Fuego, en Argentina, esta propuesta busca que la economía del ecosistema de los criptoactivos se expanda en el sur del continente en Ushuaia y Río Grande, en la Patagonia.
Desde hace dos años, inversionistas argentinos han dispuesto de unos 10 millones de dólares estadounidenses para alinear miles de equipos ASIC Antminer, de los modelos S9 y Z9, y tarjetas gráficas (GPU) AMD, entre otros, para sumarse a la emisión de criptomonedas y a la certificación de transacciones.
CriptoNoticias conversó con Walter Salama, cofundador de Bitpatagonia, para conocer más detalles sobre las operaciones que realizan, cuáles han sido los retos del proyecto y los planes para el futuro.
El ejecutivo señala que, aunque el mercado se mantiene a la baja, el proyecto sigue recibiendo inversiones, como una muestra de confianza en el potencial que tienen los criptoactivos.
¿Cuáles criptomonedas minan y en qué cantidad?
Las cifras son variables, aprendemos a medida que avanzamos, porque las expectativas que teníamos del minado no coincidieron con ninguna previsión del pasado, especialmente cuando se proyectó el plan de negocio. Tuvimos que aprender en el camino muchas cosas. Es un negocio en el que no manejas ninguna variable, pero un año después supimos cómo acotar los márgenes de las variables.
Minamos lo que más conviene y los incentivos los pasamos a reserva de valor en el momento que conviene. No minamos necesariamente solo las más grandes. Constantemente nos contactan altcoins por nuestro poder de procesamiento.
Los gurús del 2017 ya no están tan visibles. Se decía que si la dificultad del minado subía, el precio subía, pero el mercado demostró lo contrario. Pensábamos que si la dificultad bajaba, generabas más cantidad de bitcoins y que era lineal y, en el medio… pasaron cosas. Sin embargo, el mercado demostró que no era necesariamente así. Hay muchas condiciones que no son estables. Y eso es lo que lo hace atractivo y que sigamos apostando a largo plazo.
El 2018 fue un año de mucho aprendizaje, de un mercado muy dinámico. Por ejemplo, si tenías un rendimiento del 15% en el día con bitcoin cash (BCH), tenías dos opciones: te quedabas con los BCH o los pasabas a BTC o a dólares, y al día siguiente el mercado hacía lo mismo y se perdía la diferencia. Otro aspecto que influyó fue que se incorporaron fuertes los actores de trading a corto plazo, que antes no estaba muy asimilado porque predominaba la palabra “hold”.
¿No invierten en contratos de futuros de bitcoin?
No, no estamos involucrados. Lo que pasa es que es muy polémica como para protegernos, sí deberíamos hacerlo, pero no lo hacemos.
¿Con cuántos equipos comenzaron y con cuántos funcionan actualmente?
Comenzamos con un solo galpón y hoy en día tenemos dos. Entre ambos hay una capacidad instalada de siete megavatios. Hacemos todos los trámites de pedido como cualquier industria, aprendiendo de cómo surgió la industria en Canadá, simplemente había mucha capacidad ociosa de galpones pagando gastos fijos.
En cuanto a las máquinas, estas emplean una energía equivalente a 4 megavatios. Hay mucha variedad entre equipos S9, Z9 y GPUs AMD, seguimos probando y alternando.
Hay un proceso constante de mejora, porque salen nuevos equipos energéticamente más eficientes y es algo que vamos ajustando. También se le suman el software para mejorar la eficiencia del consumo.
Un punto importante es que, al estar ubicadas en zonas con bajas temperaturas, las plantas no consumen energía para refrigerar, lo que usualmente equivale al 20% del cupo de energía. Toda la energía va a producción. Utilizamos las bondades del clima en Tierra del Fuego con frío y viento todo el año. Incluso, podríamos tener el mismo desarrollo que Islandia.
¿Cada cuánto tiempo se realiza la renovación de los mineros?
Constantemente estamos evaluando comprar equipos debido a que aún tenemos capacidad instalada. Nuestra planificación comenzó en febrero de 2017 y fuimos comprando durante todo el año.
Todos los mineros nos hemos comido el cuento chino porque hemos pagado 1.500 dólares por máquinas que hoy, un año después, valen 150 dólares; pero nosotros invertimos 10 millones de dólares porque creemos en el negocio, y seguimos analizando locaciones para hacer crecer este ecosistema.
¿Cuántos inversionistas han apostado al proyecto?
Actualmente somos 85 inversionistas, todos argentinos. Todo se invirtió entre noviembre de 2017 y abril del 2018 que fueron los tiempos de las obras de infraestructura.
Ustedes han recibido respaldo de autoridades locales como la gobernadora Rosana Bertone y el ministro Ramiro Caballero ¿Cómo han manejado estas relaciones gubernamentales?
Ellos abrazaron la industria blockchain en Argentina. Es un país que cree en esta tecnología, por lo que nosotros también incentivamos la inversión. Las condiciones son favorables para la reconversión de la provincia.
Consideramos que la Patagonia es una región con excelentes oportunidades para otras mineras del mundo. Sus condiciones climáticas permiten un ahorro sustancial y una mayor eficiencia de los equipos. La gente que habita esta zona está preparada para integrarse a la industria, ya sea para el área eléctrica, de software o infraestructura.
¿Crees que pueda establecerse un marco regulatorio para este sector de la economía?
Tendremos que trabajar en el futuro bajo un marco normativo como cualquier industria, pero hoy es una industria que está generando empleo, que está reconvirtiendo galpones vacíos y que está utilizando muchos insumos de infraestructura. Por ejemplo, nosotros hemos consumido más de 90 mil metros de cable y a eso hay que sumarle la mano de obra calificada que es local, y todos los insumos vinculados.
¿Participan en el algún pool de minería?
Nosotros tenemos equipos propios de gestión, pero constantemente monitoreamos los pools y lo que más conviene minar.
¿Qué opinas sobre los reclamos de los ambientalistas que afirman que Bitcoin consume más electricidad que Croacia, Islandia o República Dominicana, por ejemplo?
Yo me preguntaría cuánto es el consumo y el daño que se le hace al mundo el emitir billetes y todo el aspecto logístico de eso. ¿De dónde sale el papel para ese billete? ¿Para las monedas? Nadie habla de la contaminación ambiental que se produce cuando hay que trasladar esos billetes, eso incluye el combustible. Un detalle no menor es que una criptomoneda, por el momento, no se puede falsificar y no creo que se pueda, el billete sí.
¿Apoyas la hipótesis que dice que Bitcoin es un gasto de energía?
Eso es un tema. ¿Cuál sería la respuesta si cambiamos el gasto de energía de Bitcoin por el gasto de energía o explosivos para la producción de otro mineral, que se usa solo como reserva de valor? Se trata de una industria que está incipiente, es una industria que está aprendiendo. Estoy seguro que la tecnología logrará consumos y usos más eficientes para seguir cuidando el medio ambiente, pero la estamos comparando con industrias que llevan varios años de ventaja.
¿Qué piensas sobre el que las criptomonedas ayuden a personas en países en situaciones como la de Venezuela?
Celebro que el ecosistema blockchain y el de las criptomonedas le dé soluciones a la gente a través de las instituciones o en los mercados secundarios. Todos buscamos ofrecer soluciones a la sociedad en su conjunto.
¿Cuál es su proyección para el 2019?
Sobrevivir. Sin embargo, si seguimos haciendo las cosas por el carril del medio, llegaremos a algún lugar. No sabemos dónde, porque estamos hablando del futuro. No sabemos si en cinco años el negocio va a ser el mismo. Apuntamos a mantenernos de pie con una operación eficiente.
Imagen destacada por: Walter Salama
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