En la actualidad, las empresas que crean mundos de realidad virtual poseen el control de los contenidos creados por los usuarios: los jugadores, que en promedio pasan 20 horas a la semana en los mundos virtuales, no poseen un dominio real de los productos digitales por los cuales se han reunido y organizado.
El dinero real de los jugadores, que es intercambiado por esos productos digitales, se consume sin que las grandes empresas que administran el control central de estos mundos virtuales, como Facebook Space; World of Warcraft, de Blizzard; o Eve Online, de CCP Game; ofrezcan un tipo de organización que no imponga reglas arbitrarias para la interacción de los jugadores.
Por estas razones, el equipo de Decentraland, un protocolo de código abierto creado para explorar experiencias compartidas en la realidad virtual, está construyendo la infraestructura blockchain para sostener un metaverso donde los jugadores tengan «control de su realidad, al poseer tierras y creaciones virtuales», como comenta Manuel Aráoz, miembro del equipo de Decentraland:
Desde la primera vez que vi Matrix a los 12 años, soñé con las infinitas posibilidades de los mundos virtuales. Yo estaba fascinado con la posibilidad de pasar horas creando y vagando a través de nuevos universos con sus propios conjuntos de reglas.
Manuel Aráoz
Desarrollador
En Decentraland los jugadores pueden comprar y desarrollar parcelas de tierra virtual, desde escenas 3D estáticas hasta aplicaciones dinámicas. Los jugadores pueden alojarse en distintos terrenos que posean distintas reglas de interacción entre sí y el medio ambiente.
Construyendo un mapa virtual
El equipo de Decentraland comenzó a diseñar el proyecto en el año 2015. Al comienzo era sólo una prueba de propiedad de tokens no fungibles, es decir, tokens que tienen un valor que no puede ser sustituido por otro. Consistía en una cuadrícula 2D de píxeles, donde cada metadato identificaba al propietario y los píxeles de color. Al minar un bloque, el usuario se convertía en el propietario de un pixel en la plantilla del bloque. Las transacciones permitieron el intercambio de píxeles y los cambios de color.
A principios de este año, el equipo de Decentraland se propuso crear una versión en 3D que también estaviera basada en una blockchain, pero esta vez comenzaron a implementar un nodo completo de Bitcoin. De esta manera, en lugar de colores, la blockchain podía almacenar un hash con la descripción completa del contenido, que es un enrutador serializado de los modelos y texturas para ese pedazo de tierra.
El siguiente paso será integrar el protocolo a la blockchain de Ethereum, abandonar la minería de prueba de trabajo (Proof-of-work) para administrar en el desarrollo del juego los recursos que se iban en la factura de electricidad y posteriormente hacer una transición hacia una DAO (Organización Autónoma Descentralizada). Como comenta en su blog Esteban Ordano, Jefe técnico de Decentraland, un contrato inteligente rastreará quién posee cada paquete en el mundo virtual, permitiendo el uso de una red P2P a través del navegador de Decentraland, un sistema de micropagos, una interfaz de manejo de tierras para que el constructor interactúe con los visitantes en cada parcela y un lenguaje criptográfico para programar experiencias.
Una economía descentralizada
El mundo virtual de Decentraland estará dividido en parcelas de 100m², con un activo digital no fungible llamado LAND para cada parcela.
También están introduciendo un token ERC20 de Ethereum llamado MANA que permite la interoperabilidad entre los tokens de Decentraland. La idea es que los tokens puedan comprar LANDs. El objetivo es que la compra de cada MANA a través de un contrato inteligente contribuya al desarrollo de la economía del juego y del ecosistema.
La venta de tokens MANA se realizará en dos etapas: una Oferta Inicial de Monedas (ICO) donde los tokens se venderán a un precio decreciente durante un periodo de 7 días -sistema similar al utilizado en la venta de tokens de Gnosis. El ICO de Decentraland tendrá un límite determinado por la venta total de los tokens disponibles, por la superación del importe total en la venta del límite de ETH o por el cumplimiento del plazo de siete días.
Los tokens del ICO representan el 40% del suministro de tokens. Las fichas adicionales se suministrarán al equipo, a los primeros contribuyentes y asesores, a la fundación y a los socios.
El trabajo en conjunto con Coinfund permitirá la continua emisión de tokens a un precio que sólo puede ser modificado por la Fundación o por la DAO. La emisión continua también permitirá a los usuarios comprar MANA del contrato inteligente con un tope en la cantidad emitida por cada bloque de Ethereum. De este modo el incremento en la cantidad de MANA emitido será del 8% de los tokens vendidos en el evento.
La subasta de tokens comenzará el 8 de agosto del 2017. El Libro Blanco del proyecto será lanzado el próximo 7 de julio.
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