La Initial Coin Offerings (ICOs por sus siglas en inglés), son actividades de financiamiento previo al lanzamiento de un proyecto de criptomonedas que se han popularizado muchísimo en este ecosistema. Sin embargo, por la incertidumbre reinante en las inversiones a tales proyectos, y además ciertos casos anteriores que han terminado con pérdidas y estafas, dichas rondas de financiación han venido ganando una imagen cada vez más sombría y desconfiable. En el último acontecimiento de este tema el protagonista es Matchpool; un proyecto que hoy está siendo atacado por muchos de sus inversores y por usuarios del mundo de las criptomonedas debido a extraños sucesos protagonizados por sus líderes.
Matchpool se trata de un proyecto que puede denominarse como una appcoin; es decir, que ofrece una aplicación para resolver ciertas necesidades en el mercado y que al mismo tiempo emplea un activo criptográfico o criptomoneda para realizar pagos. En específico, Matchpool ofrece un espacio donde los usuarios puedan coincidir con sus necesidades en torno a citas, clubes, estilo de vida, negocios, educación, salud y demás formas de conexiones sociales. Usando el Guppy como activo criptográfico, esta aplicación de acceso móvil podrá crear y manejar actividades económicas en torno a estas comunidades que allí leguen a formarse.
El proyecto lanzó su ICO el pasado 2 de abril y logró recaudar aproximadamente 125.000 Ethers (ETH) en dos días (unos 5,3 millones de dólares al momento de publicar esta nota). Si bien esta cantidad se considera un éxito moderado en comparación con otras ICO’s mucho más exitosas como las de Lisk, Augur o la misma Ethereum; por supuesto es una cantidad de dinero bastante importante.
Los sucesos fuera de lo común iniciaron durante esta semana cuando el CEO de Matchpool, Yonatan Ben Shimon, fue acusado de malversación de fondos al mover una cantidad de los Ethers recolectados en la crowfunding hacia una cartera desconocida sin previo aviso a los inversores. La cantidad en total supera los 87.500 Ethers, siendo más de 3,7 millones de dólares el equivalente.
Shimon, quien inicialmente había guardado silencio respecto a los movimientos, posteriormente hizo conocer que el retiro se hizo para proteger los fondos de la volatilidad de los precios del Ether, pasando a convertirlos a bitcoins y almacenarlos en las carteras de Bitcoin Suisse -uno de los aliados de Matchpool durante la ICO. Sin embargo, lo más alarmante fue que esta información la ofreció el co-fundador de Matchpool, Philip Saunders, quien anunció su salida del proyecto a causa de su falta de transparencia.
Durante los dos últimos días, 37.500 ETH han sido retirados de la cartera multifirma por el CEO Yonatan Ben Shimon sin ninguna explicación o anuncio debido a la necesidad de «cobertura». Yonatan se mantiene afirmando que está trabajando con Bitcoin Suisse y todo está bien, pero hasta ahora no he visto ninguna evidencia de esto. Les sugiero que todos exigir una explicación y mantener una estrecha vigilancia. Con toda probabilidad sus guppies son inútiles.
Philip Saunders
Estas alarmantes palabras de Saunders colocaron las miradas de inmediato sobre Shimon y por supuesto encendieron la conversación en las redes sociales especializadas en criptomonedas. Además, el ex miembro de Matchpool alegó que la organización “no cuenta con los estándares necesarios para un proyecto basado en blockchain”, añadiendo más leña al fuego y colocando al resto del equipo frente al paredón de fusilamiento mediático.
Para alimentar aun más la confusión y duda, Max Richardson, co-fundador de Matchpool publicó en el blog del proyecto una explicación de los movimientos de los fondos apoyando a Shimon, pero mostrando que el capital fue movido en realidad a una cartera de hardware Trezor y no a una Bitcoin Suisse como se creía al principio. Richardson, tras disculparse por la confusión, enfatizó que se trata de una simple política de optimización del capital recaudado en la ICO y por ello se habían cambiado los ethers (ETH) a bitcoins (BTC), con el fin de protegerse de la momentánea volatilidad que presentaba el precio de aquella criptomoneda.
Una nueva alarma en la ejecución de las ICOs
Como mencionamos anteriormente, las ICOs han sido actividades icónicas en el ecosistema de las criptomonedas en todos estos años. El financiamiento colectivo a los grupos de desarrolladores y posterior lanzamiento de la plataforma y su respectivo activo criptográfico en el mercado, son pasos a los cuales los usuarios ya están acostumbrados en este espacio de economía colaborativa y especulación financiera.
Sin embargo, la ausencia de organismos reguladores que velen por la seguridad de los inversores al apostar capital en activos digitales descentralizados es un riesgo que los usuarios desde siempre han asumido pero que últimamente ha estado presentando sucesos inesperados que han venido mermando la confianza en la realización de las ICOs. Si bien Matchpool es el caso más llamativo y reciente donde el manejo de capital de inversión no es notificado ni consultado previamente, la verdad es que las políticas de administración de capital generalmente se las reserva el equipo líder al frente del proyecto. Una política unilateral que podría estar cambiando posteriormente luego de este caso.
Todavía no se ha consumado una estafa como tal por parte del proyecto de Matchpool, así que las especulaciones al respecto y la incertidumbre pueden desaparecer si los líderes del proyecto deciden continuar con los planes y echar a andar la iniciativa. Aun así, los efectos mediáticos de este caso sin duda generarán repercusión en todo el ecosistema de las criptomonedas, ya que pueden entonces aparecer nuevas alternativas de colaboración, intermediarios ligados a entes gubernamentales u otros mecanismos diseñados para proteger a los inversores de posibles estafas.
Imagen destacada cortesía de Matchpool
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